Sobremesa

Ernestina Godoy, Arturo Zavala falleció ayer, víctima de tu persecución

Arturo Zavala Munguía no podrá defenderse en juicio, el amparo no lo pudo sacar a tiempo y Ernestina Godoy cargará el resto de su vida con la muerte de una persona inocente.

Y mientras la fiscal mentía en una reunión a modo en el Senado y mandaba sacar a una de sus víctimas, Mariel Albarrán, a quien, por alzar la voz contra su exmarido, quien violó a sus hijas, le ha abierto siete carpetas de investigación, la familia de Arturo Zavala Munguía lo lloraba.

Arturo era uno de los 14 “implicados” en el caso Márquez Sterling, que la fiscalía, junto con la UIF de Santiago Nieto, por ser un tema de interés principal de Claudia Sheinbaum, construyó para acusar a Miguel Ángel Mancera de tener un centro de espionaje en un edificio de dicha calle.

En este espacio he documentado los casos de Nicolás Pineda, Nicolás Pineda, 454 días preso político por Santiago Nieto, y el de Roberto Uribe, La cola de Ernestina crece por minuto, quienes injustamente fueron acusados por la fiscalía. Arturo iba a ser el siguiente caso, y lo es, pero ya está muerto. Es víctima de Ernestina Godoy, igual que Nicolás y Roberto, y otras 10 personas más; pero él, Arturo, ya nunca podrá volver a ver la luz del sol o abrazar a sus seres queridos; falleció en la cárcel siendo inocente.

Por politizar la justicia. Indignante

Arturo Zavala Munguía, de profesión contador y con 52 años, fue aprehendido el 3 de enero de 2022, cuando salía de una audiencia donde, al mismo tiempo que se llevaba a cabo, la fiscalía le preparaba exprofeso una nueva orden de aprehensión por el delito de asociación delictuosa, por lo que al salir de su audiencia fue detenido y encarcelado con el pretexto de que “no estaba localizable” y por eso ameritaba orden de aprehensión.

Arturo Zavala estuvo preso por 588 días. Su pecado fue haber trabajado en la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México… ¡nada más!

¡En toda la carpeta de investigación del caso Sterling, Arturo aparece señalado únicamente en un renglón!

Así como lo están leyendo.

En esa carpeta un testigo a modo de la fiscalía aseguró que Arturo laboraba en el C5 de Congreso y que desde ahí manipulaba las cámaras de toda la CDMX para darle esa información al entonces jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera.

Inhale y exhale

Pues a pesar de que en la misma carpeta la fiscalía solicitó información a la Secretaría de Gobierno y ésta respondió que Arturo nunca trabajó en el C5 y que laboraba en otro edificio, la fiscal Ernestina Godoy determinó involucrarlo, apostándole a que terminaría rindiéndose y aceptando un juicio abreviado, y le impuso la prisión preventiva por un delito que no la amerita.

Hace 15 días la defensa de Arturo solicitó un cambio de medida cautelar debido a que su salud se había agravado; el juez Enrique Garrido García le negó el cambio de medida. Sin tocarse el corazón, no sólo no le permitió la prisión domiciliaria, sino que fuera trasladado a un hospital, a pesar de que el mismo Arturo tomó la palabra y le suplicó que necesitaba recibir atención médica.

Si esto lo indignó, déjeme decirle que en esa audiencia también le hizo saber que era padre de un menor de edad y le imploró que le permitiera llevar su proceso en libertad para poder atender las responsabilidades alimenticias de su hijo, pero este juez a modo le contestó -por favor prepárense para seguir leyendo- que él seguiría en la cárcel y que si no había alguien que se hiciera cargo del menor lo enviaría al DIF. ¿Cómo les quedó el ojo?

Además, este juez, les repito su nombre, Enrique Garrido García, impidió a los familiares de Arturo hacer uso de la voz en la audiencia, por lo que ellos y la defensa presentaron una queja en la Comisión de Derechos Humanos y un amparo contra la prisión por motivos de salud.

“Siempre nos dicen ‘aguanta, ganarás los amparos’, pero Arturo no aguantó. Te acuerdas de la anécdota que te platiqué de mi coimputado, que conocí en el patio de Reno, ese fue Arturo”, me dijo entre lágrimas Roberto Uribe.

Días después, la salud de Arturo empeoró y las autoridades del Reclusorio Norte le dijeron que sólo era una infección estomacal, y cuando su abogado solicitó visitarlo le negaron la entrada y jamás les avisaron a sus familiares que lo internaron en el centro de salud del penal. Se enteraron porque otros internos les avisaron.

Dos días después, le dejaron recibir a un familiar y, al verlo tan mal, les exigieron a las autoridades del reclusorio que fuera trasladado a un hospital particular y ofrecieron a pagar todos los gastos.

Les rechazaron la solicitud, pero esa misma tarde Arturo se puso muy grave y lo tuvieron que trasladar de urgencia al hospital más cercano al reclusorio, ubicado en Ticomán. Días después tuvo una recaída, lo volvieron a enviar al hospital, entró a cirugía de emergencia y…

Ayer recibieron la terrible noticia de que Arturo falleció

“Lo que sucedió con Arturo me destroza. Él nunca debió de haber pisado la cárcel y jamás pudo llegar a defenderse al juicio porque la fiscalía de la CDMX le retrasó, una y otra vez, las audiencias. Murió siendo jurídicamente inocente, pero exhibido públicamente por la fiscalía como culpable; murió siendo rehén de Ernestina Godoy, quién usó la prisión como tortura para obligarlo a hacer declaraciones armadas. Vamos a defender a Arturo y a honrar su memoria”: Nicolás Treviño.

Arturo no podrá defenderse en juicio, el amparo no lo pudo sacar a tiempo y Ernestina Godoy cargará el resto de su vida con la muerte de una persona inocente encarcelada por sus instrucciones.

Que la muerte de Arturo no quede impune. Ernestina no debe quedarse cuatro años más

“Arturo fue acusado por haber acudido a un partido de futbol. Fuimos segregados en una celda de 4x4 por tres meses. Nos decían ‘están a raya, están castigados’. ¿Por qué estamos así, nos preguntábamos Arturo y yo? ¿Por qué segregados? Sólo trabajamos en administraciones anteriores a la actual. Este castigo le generó a mi hermano, a mi amigo, una fractura psicología y emocional tan tremenda que afectó su sistema inmunológico, lo quebraron. Yo lo llevaba cargando a las audiencias, pues ya no podía ni caminar. Se quebró, lo quebraron emocionalmente y hoy está muerto. Siento injusticia, impotencia, dolor de ver a mi hermano verse morir”: Gustavo Alberto Caballero Torres.

Por cierto, tengo en mis manos, al igual que otras personas clave, un documento “memoria gráfica de fotografías” del supuesto operativo del Márquez Sterling, en el cual evidencia la manipulación de los discos duros. De las supuestas pruebas en contra de los 14 perseguidos. De que hubo un mal aseguramiento de las pruebas. No la hicieron con las medidas legales en términos criminalísticos y científicos. De hecho, como consta en las carpetas, los peritos de la fiscalía no han querido participar, pues saben que las pruebas están manipuladas.

CC Jorge Nader Kuri, Consejo Jurídico Ciudadano.

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