La Aldea

No todas consigo

Existe un creciente desencanto por el presidente, su liderazgo, su capacidad operativa y el con frecuencia arrebatado proceso de toma de decisiones del tabasqueño.

En este mismo espacio hemos abordado en detalle el portento de comunicación que representa el político Andrés Manuel López Obrador. Estos 13 meses de gobierno indican con toda claridad, que a pesar de los dislates, las ocurrencias, los comentarios chocarreros, las lecciones de historia –con frecuencia imprecisas– y las homilías morales, la popularidad del presidente se ha mantenido, en términos generales, estable.

Donde se observa un tono distinto es en las redes sociales. Se suman varios eventos o afirmaciones, en los que el balance en redes le ha resultado adverso.

Ahí está el inolvidable operativo vergonzoso de Culiacán, que mostró sin reparos la fortaleza y disposición al combate por parte de uno de los cárteles más poderosos de México: el de Sinaloa. Y al mismo tiempo, la torpeza, improvisación, falta de coordinación de las fuerzas del orden. Habría que agregar la ausencia total del jefe del Ejecutivo, que viajaba en gira de trabajo a Oaxaca en esos momentos, como es su costumbre, en un avión comercial.

O el accidente aquel de Tlahuelilpan, donde la lucha por el huachicol y la no intervención de las fuerzas de seguridad, arrojó la sangrienta cifra de más de 130 muertos.

En todos estos incidentes y otros, las redes sociales se han volcado en críticas contra el presidente. Aquellas "benditas redes sociales" a las que él mismo se refería hace un año, registran con mayor frecuencia que no las trae todas consigo.

El sistema de propaganda y operación digital al servicio de López Obrador merece una mención especial. Desde tiempos de campaña, él y su equipo perfeccionaron uno de los aparatos más sofisticados para construir corrientes de opinión pública, neutralizar temas, desbalancear críticas y ataques, al tiempo que colocaban su agenda como tendencia.

Eso sólo es posible mediante el uso de bots y trolls –robots y cuentas falsas– que envían y reproducen decenas de miles de mensajes a favor. Lo hemos experimentado con precisión a lo largo del último año.

Lo interesante es que, lentamente, se observa un cambio de tono. Esta semana, apenas hace un par de días, pronunció la célebre "fuchi caca", en referencia a su rechazo a la corrupción. Nuestro presidente, el jefe del Estado mexicano, jugando a estas expresiones populares que lo hacen tan característico y que, en muchas ocasiones, conectan con la gran masa de sus seguidores. Pero no siempre. El "fuchi caca" presidencial se convirtió en trending topic nacional –tendencia digital en redes #La Cacas #FuchiCaca #FuchiCacaLa4T y otros– y alcanzó el tercer lugar el lunes de tendencia mundial con #ElCacas. En un programa de comedia española pusieron la foto del presidente mexicano al hablar del pulpo, un animal que tiene "la cabeza llena de mierda".

El tono predominante de los comentarios fue negativo, ofensivo, denigrante. Una gran masa de participantes en redes rechazó la expresión del presidente y aprovechó el desliz para la burla y el escarnio.

Como nunca antes, el aparato digital presidencial, eficiente y veloz para desarticular oleadas masivas de mensajes críticos, estuvo apagado. O no lo vieron, no lo midieron, o estaban de vacaciones, pero les pasó de noche. Usualmente hubieran aparecido miles de tuits en apoyo a AMLO, criticando a los conservadores, al 'Prian' y a todos los males del pasado, según su propio estilo de comunicación. Esta vez no fue así.

¿Qué nos dice este reciente fenómeno en redes? Algo que se sabe y se respira. Existe un creciente desencanto y decepción de la figura, el liderazgo, la capacidad operativa y el con frecuencia arrebatado proceso de toma de decisiones del tabasqueño. Diferentes sectores sociales, activos en redes –es sólo un termómetro, pero útil y representativo– manifiestan su rechazo a las ocurrencias, las rifas, las gracejadas y los elementos distractores utilizados a diario por el presidente, justo cuando el sistema de salud pública se derrumba, Pemex sigue perdiendo capacidad productiva a pesar de los miles de millones en inversión, y la inseguridad rampante azota municipios, ciudades, estados y carreteras del país.

Esta sensación ufana y soberbia de que tiene al país en un puño, de que es capaz de desviar la atención de los temas importantes con chistes y bromas, está produciendo un viraje en términos de percepción pública. Hay temas serios que requieren su atención y abordaje de manera profesional. Lo que vemos todos los días son regalos, concursos, decisiones que se corrigen subsecuentemente entre un día y otro: se va a rifar el avión presidencial, que siempre no, que sí habrá rifa, pero mejor con premios en dinero, y así. Una telenovela tras otra. Ahora tendremos la de los puentes y el absurdo de las fechas históricas olvidadas. ¿Alguien le habrá explicado con precisión que cuando se recorre la fecha de asueto, el día justo de la conmemoración histórica los niños sí atienden a la escuela y en consecuencia, el tema central de la jornada, es el significado cívico e histórico?

Ahora con la aprehensión en España de Emilio Lozoya, los hilos de la investigación, el proceso de extradición, dará para varios capítulos de la siguiente novela. Mientras tanto, los hospitales públicos se caen por incapacidad de atención, desabasto y carencia de medicamentos y materiales de curación. El crimen se apodera de Guerrero, Guanajuato, Puebla, Michoacán, Sinaloa, más los que usted quiera agregar a su lista.

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