El Globo

Más revelaciones en torno a Israel

Un agente de inteligencia egipcia dio a conocer que ellos habían entregado informes, grabaciones y correos de los planes de Hamás en contra de Israel el pasado julio.

Hace unos días, el New York Times presentó un reporte, en primera plana, señalando información de inteligencia en posesión del gobierno israelí acerca de las actividades de Hamás un año antes de los sucesos.

Este reporte, filtrado por los propios servicios de inteligencia en Israel, revela y esclarece algunas de las más profundas dudas en torno a los ataques de Hamás el 7 de octubre pasado: ¿qué pasó con la prestigiada y respetada inteligencia israelí?, ¿cómo es posible que los servicios de seguridad fueran vulnerados de una forma tan brutal, numerosa y sangrienta en contra de población israelita?

Nadie se lo explicó. Sólo respondieron que realizarían una investigación al tiempo de los ataques.

Unos días después, apenas una semana, un agente de inteligencia egipcia dio a conocer que ellos habían entregado informes, grabaciones y correos de los planes de Hamás en contra de Israel el pasado julio.

Benjamin Netanyahu lo negó y dijo que era falso, que ellos no habían tenido ningun informe por adelantado.

El problema es que a medida que pasan las semanas y más información se da a conocer, muchas pistas apuntan a que los mandos militares, los de seguridad interna e inteligencia, tenían reportes, indicios y claras indicaciones de que algo grande se preparaba. Israel lo negó sistemáticamente.

Después del reporte del NYT donde se establece con toda claridad que el informe era amplio y lleno de evidencias, con correos, mapas, rutas y planeación detallada de los ataques, hay abundantes pruebas que señalan, de forma inequívoca, que alguien, o algunos, subestimó los reportes. Cuando el Times preguntó a las autoridades israelitas, éstas afirmaron que consideraron imposible la realización de esa ofensiva por la sofisticada operación de logística, armamento y entrenamiento militar que requería.

Se equivocaron con toda claridad.

Pero ahora hay más información. Ayer se dio a conocer que dos días antes de los ataques, tropas israelitas estacionadas en las fronteras con Gaza fueron desplazadas –el día 5 de octubre– a otras zonas distantes, más cercanas a Cisjordania.

Nuevamente surgen más dudas. Parecen muchos eventos casuísticos que, si colocamos en una línea lógica, pareciera que hubo una intención para ignorar los informes de inteligencia que alertaban acerca de los ataques y, más aún, intencionalmente desprotegieron la frontera con Gaza.

Un dato adicional para completar un rompecabezas aún incompleto.

Las investigaciones por corrupción en contra de Netanyahu acaban de reiniciar. Por meses, más de un año, el primer ministro había logrado postergar, archivar y diluir los señalamientos en su contra por enriquecimiento ilícito y negocios desde el gobierno para corporaciones de las que él mismo forma parte.

Afirmar que los ataques fueron tolerados y permitidos por el jefe del gobierno de Israel sería una blasfemia a los ojos del mundo, pero hoy que empieza a concantenarse una serie de datos, reportes, informes, decisiones militares y desplazamiento de tropas, resulta inverosímil pensar que todo esto es parte de la casualidad.

¿Por qué no actuaron con mayor rapidez y eficiencia las fuerzas de seguridad cuando Hamás rompió las vallas metálicas con palas mecánicas e incursionó en territorio israelita? ¿Dónde estaba la Fuerza Aérea, los helicópteros que en minutos pudieran haber controlado la invasión y los ataques ? ¿Por qué retiraron efectivos israelitas de la zona fronteriza 48 horas antes? ¿Quién dio la orden? ¿Con qué fin? ¿Esto es parte de una operación más amplia para eliminar a Hamás y tomar control total de Gaza?

La popularidad de Netanyahu ha caído en Israel por debajo de 40%. La gente desaprueba su gestión y su papel como titular del gobierno.

La evidencia apunta a una inexplicable falla de seguridad interna y fracaso de los servicios de inteligencia, se ha dicho miles de veces estos dos meses. Sin embargo, la información que emerge plantea la hipótesis de que no fue producto de la distracción, del error humano de análisis y evaluación de datos.

Vale la pena preguntarse si existen elementos para cuestionar una posible intencionalidad.

¿A quién beneficia la guerra? ¿Quién sale ganando con el conflicto?

Gaza está prácticamente destruida. Se terminó la tregua y ahora Israel atacó el sur de Gaza, el rincón de territorio donde se habían refugiado miles de palestinos huyendo de la violencia en el norte.

Es imposible eliminar a Hamás, porque el grupo terrorista está camuflado, integrado, mimetizado con Gaza y los palestinos que ahí viven.

Por ende, Israel no tiene una meta alcanzable, más allá del genocidio. Y entonces, sufrirá el desprecio y el rechazo del mundo, como empieza ya a ser la tendencia.

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