Julio Madrazo

Reconstrucción CDMX

El gobierno de Claudia Sheinbaum ha sido muy distinto y ha actuado con transparencia, sentido social, urgencia y logros en la reconstrucción.

Hace ya dos años que sufrimos los sismos que volvieron a cimbrar la Ciudad de México. A dos semanas de los ocurridos en Oaxaca y Chiapas, el 19 de septiembre de 2017 volvió a poner a México en primeras planas en el mundo entero. Los sismos del 7 de septiembre, a pesar de haber sido más dañinos, habían pasado casi desapercibidos de los ojos del mundo.

La importancia de la Ciudad de México, el derrumbe de edificios y las vidas humanas que se perdieron, a 32 años de 1985, hicieron del 19.09 una cifra con aires de fatalidad. En los meses que siguieron al sismo, el gobierno de Miguel Ángel Mancera no hizo nada. Peor aún, ante escándalos del uso electoral y corrupto de los recursos, renunció el primer encargado de la reconstrucción y el siguiente brilló por su ausencia.

Afortunadamente el gobierno de Claudia Sheinbaum ha sido muy distinto y ha actuado con transparencia, sentido social, urgencia y logros. Para ello constituyó el Consejo Consultivo para la Reconstrucción. En su primer año el gobierno de la doctora ha atendido a casi 40 mil damnificados directamente; el número de personas con apoyo en renta es ya cercano a los 10 mil; se integraron 193 cuadrantes para reconstruir cerca de 12 mil viviendas unifamiliares y se han planteado la meta de terminarlas a mediados del 2020. En lo que se refiere a edificios, más de 400 han iniciado el proceso administrativo para la reconstrucción o rehabilitación, de los cuales 40 están siendo reconstruidos y 70 han sido rehabilitados.

En total se han comprometido cerca de dos mil millones de pesos aprobados por el Comité Técnico del Fideicomiso para la Reconstrucción. Todo esto y más se puede consultar en reconstruccion.cdmx.gob.mx.

A dos años de los sismos, nuestra sociedad tiene mucho que mejorar en términos de prevención y reacción ante estas amenazas de la naturaleza. Podríamos tener mejor información con un atlas de riesgos puntual y de cada construcción en dichas zonas. Seguro también podríamos mejorar la respuesta institucional ante una emergencia y sus secuelas. Lo cual, sin embargo, no quiere decir que no sea pertinente aplaudir lo realizado estos 10 meses de gobierno.

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