Opinión Juan Antonio Garcia Villa

En 2020 sólo un par de elecciones ‘huérfanas’

O al menos así lo parece, porque en realidad sólo un par de entidades tendrán comicios locales: Coahuila e Hidalgo.

El presente 2020 será un año, para todo efecto práctico, sin elecciones. Obviamente no habrá comicios federales, aunque formalmente el proceso electoral del año próximo, de elecciones de medio término para renovar la Cámara de Diputados, tiene su arranque hacia finales del año en curso. Salvo esto, que carece de importancia, 2020 es un año electoralmente huérfano.

O al menos así lo parece, porque en realidad sólo un par de entidades tendrán comicios locales: Coahuila e Hidalgo. Ninguno de los dos es demográficamente importante. Y en el caso del primero, cuyos comicios sólo serán para elegir diputados locales, llamarán poco la atención –digamos- de la opinión pública nacional. Bueno, peor aún: ni siquiera la de los ciudadanos coahuilenses.

La estadística electoral de las últimas dos décadas en ese estado indica que cuando las elecciones de diputados locales van empatadas con las de gobernador, el porcentaje de participación anda en alrededor del 60 por ciento, y cuando sólo son para legisladores tal porcentaje se desploma al 27-29 por ciento.

En el último caso el priismo se lleva frecuentemente el carro completo. ¿La razón? Por la enorme capacidad que tienen el PRI y el gobierno estatal gracias al presupuesto estatal que manejan, de llevar a las urnas a sus votantes cautivos. Y es así como la oposición queda electoralmente minimizada. Por ello el oficialismo coahuilense se ha negado terminantemente a modificar la legislación electoral para que los comicios de diputados locales, cada seis años, dejen de ser huérfanos.

El otro estado que tendrán elecciones locales en 2020 será Hidalgo y también comicios "huérfanos", pues sólo serán para ayuntamientos. Este tipo de procesos despierta un poco más la atención en las comunidades donde hay generalizada inconformidad contra los cacicazgos que las azotan, pero siempre y cuando los ciudadanos disidentes se organicen y se armen de valor. Pero como lamentablemente no suele ocurrir así, lo más probable es que serán unas elecciones desairadas, es decir, con un alto porcentaje de abstencionismo.

Y de ser así, como hasta ahora todo parece indicar, los medios nacionales de comunicación y aun las redes sociales tendrán escaso interés en dar a conocer lo que en Coahuila e Hidalgo suceda en las próximas campañas electorales y el día mismo de la llamada jornada electoral. Este silencio a su vez influirá para atizar aún más el abstencionismo, en beneficio del PRI.

Hay un dato que quizá puede atraer la atención de los medios nacionales de comunicación. La participación de un par de hermanos Moreira como candidatos a diputados locales en Coahuila. Uno de ellos, de nombre Álvaro, capataz del gremio magisterial en el estado, que todo parece indicar será postulado por el PRI en uno de los distritos de Saltillo.

El otro seguramente será Humberto, ¡sí, Humberto Moreira! el impresentable ex gobernador del estado, quien seguramente formará parte de la lista de candidatos de representación proporcional o "pluris" del partido que al efecto él ha creado con el nombre de "Partido Unidos" y que dada la baja votación que en esta ocasión se espera, le resultará más fácil que hace tres años obtener el tres por ciento de la votación para colarse como diputado local pluri.

Cabe recordar que hace tres años, cuando igual participó Humberto Moreira encabezando la lista del partido que también creó, llamado "Partido Joven", se quedó a décimas de alcanzar el umbral de votación y por eso no llegó al Congreso y ese partido perdió el registro.

Bueno, pues por increíble que parezca, los comicios de este año en Coahuila quizá atraigan la atención por la participación como candidatos de ese par de personajes.

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