Opinión Jorge Berry

Reaparece Lev

Lev Parnas es el caso más reciente de rebelión en las filas internas del equipo trumpiano, y es claro que puede hacerle mucho daño.

El 14 de octubre pasado publiqué en este espacio una breve semblanza de Lev Parnas e Igor Fruman, los socios de origen soviético de Rudy Giuliani, el abogado personal del presidente de Estados Unidos Donald Trump. Sería conveniente, aunque no imprescindible, darle una repasada. La puede encontrar en la página de El Financiero/Opinión, de muy fácil acceso.

Y es que míster Parnas volvió el martes a un espectacular primer plano como persona de interés en el proceso de destitución que sigue el Congreso contra el presidente Trump.

Lev Parnas es el caso más reciente de rebelión en las filas internas del equipo trumpiano, y es claro que puede hacerle mucho daño. Desde hace semanas, el abogado de Parnas, quien está bajo acusación en el distrito sur de Nueva York por delitos electorales esperando juicio, ha mandado señales de que su cliente quiere hablar, y tiene mucho que decir. Para convencer a los encargados de investigar a Trump, pidió y obtuvo permiso de la corte para enviar documentos de su juicio al Congreso. Al recibirlos, los investigadores los están dando a conocer de inmediato, exigiendo que sean considerados como evidencia en el inminente juicio de Trump en el Senado, a pesar de que no forman parte de los artículos formales de destitución.

Una serie de mensajes de la plataforma Whatsapp, entre Parnas y Robert Hyde, un candidato republicano a la Cámara baja por el estado de Connecticut, muestra lo que aparenta ser un oscuro complot para eliminar a Marie Yovanovitch, exembajadora de EU en Ucrania. Describe ubicación y movimientos físicos de la embajadora, dando la impresión de que la tiene bajo vigilancia. Luego pide instrucciones a Parnas de qué hacer para eliminarla, y cuánto costaría. Siniestro. Hyde, quien no tiene oportunidad de ganar la candidatura de su distrito, presume en su página de campaña una gran foto con Trump. El tipo es repugnante. Tuiter bajó un comentario altamente ofensivo que este sujeto envió a Kamala Harris, excandidata demócrata a la presidencia, y hoy senadora. Al preguntar la prensa sobre los mensajes, Hyde dijo que los mandó bajo la influencia del alcohol, pero no negó el contenido.

Esto es solo parte de lo que dio a conocer Parnas. Trump dice que no lo conoce, pero hay por lo menos ocho fotografías en las que aparece sonriente junto a Parnas, otra de Parnas con Ivanka Trump y su marido Jared Kushner y literalmente docenas de fotos con Giuliani. Es imposible negar la relación.

En el tema procesal, ayer miércoles Nancy Pelosi, presidenta del Congreso, realizó la caminata solemne que cruza el Capitolio, para entregar formalmente en el Senado los artículos de destitución.

Mitch McConnell, el republicano líder del Senado, intentó y fracasó declarar a Trump inocente sin juicio, porque no tiene los 51 votos necesarios en la Cámara alta para lograrlo. Por ello, el juicio comenzará, oficialmente, el próximo martes, y vaya a saberse qué nueva evidencia contra Trump aparezca de aquí a entonces. Presentarán su caso los fiscales demócratas, defenderá el equipo legal de Trump y en ese momento, los senadores decidirán si quieren ver documentos y, muy importante, escuchar testigos. Es incierto cómo pueda resultar ese voto, pero varios republicanos podrían votar para escuchar testigos. Atención, porque esto abriría la puerta para que los republicanos llamen a Joe Biden como testigo, y traten de convertir el proceso en un juicio contra Biden, y no contra Trump.

Todo lo anterior opacó completamente el último debate entre los aspirantes demócratas a la candidatura presidencial, que fue el martes. Curiosamente, ninguno de los candidatos tocó el tema de las revelaciones de Lev Parnas, con lo que perdieron una oportunidad de oro de golpear a su más serio rival. Todos, menos el billonario Tom Steyer, salieron más o menos bien librados. Steyer trastabilló horriblemente en política exterior, y parece haber perdido cualquier posibilidad.

La primera votación de la elección presidencial de este año será en Iowa, el lunes 4 de febrero, en menos de 3 semanas.

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