Jorge Berry

Campal en el Congreso

Refiriéndose a los republicanos, Cohen dijo, 'defienden a Trump como yo lo hice durante 10 años. Hoy, estoy pagando un altísimo precio por ello'.

Fue una batalla campal. El Comité de Vigilancia de la Cámara de Representantes de Estados Unidos recibió casi ocho horas de testimonio de Michael Cohen, durante 10 años abogado personal y mano derecha del presidente Donald Trump.

Cohen rompió con Trump luego de ser formalmente acusado por la fiscalía del distrito sur de Nueva York por varios delitos. Dos de ellos, los casos de la actriz de cine porno Stormy Daniels, y de Karen McDougal, exconejita de Playboy, provocaron delitos electorales por pagos para comprar su silencio que, a decir de Cohen, se hicieron bajo instrucciones del entonces candidato Trump, quien con ello se vuelve parte de la conspiración delictiva. Otro de los cargos contra Cohen fue mentir en declaraciones bajo juramento al Congreso. De todo ello, Cohen se declaró culpable, y recibió una sentencia de tres años que empezará a purgar en el mes de mayo.

Todo lo anterior ocurrió en 2018, cuando la Cámara de Representantes tenía mayoría republicana. Por ello, y al saber que Cohen aceptó cooperar con las autoridades, y empezó a revelar los detalles de la operación de la empresa de Trump, los republicanos de los diversos comités de la Cámara prefirieron no volver a citarlo a declarar. Con la entrada de la mayoría demócrata, las cosas cambiaron.

Cohen tuvo una semana difícil. El martes, declaró ante el Comité de Inteligencia del Senado, aún de mayoría republicana, pero ello fue a puerta cerrada. Lo mismo ocurrirá hoy en el mismo Comité, pero de la Cámara baja. Pero ayer, su testimonio fue público, y prácticamente paralizó a Washington y buena a parte del país.

El Comité de Vigilancia de la Cámara baja es presidido por el representante Elijah Cummings, demócrata, veterano de las batallas por los derechos civiles de la gente de color, y con amplísima experiencia como legislador. Por los republicanos, encabeza al grupo el representante Jim Jordan, rabioso defensor de todo lo que sea Trump.

Michael Cohen abrió la audiencia exponiendo su experiencia al lado de Trump, de las prácticas deshonestas que eran normales en la empresa, de la personalidad despótica de su entonces jefe y pintó un retrato nada halagador de Trump como persona.

Pero lo potencialmente peligroso para el presidente es la narrativa de Cohen en momentos cruciales. 1) Cohen asegura que Trump dirigió los pagos a Daniels y McDougal con objeto de no afectar su imagen antes de la elección de 2016. Eso implica fraude electoral y violación de financiamiento de campaña. Cohen pagó de su bolsillo a Stormy Daniels, y Trump le fue reembolsando los fondos con pagos mensuales de 35 mil dólares. Uno de esos cheques, con la firma del presidente, y expedido ya con él en funciones, fue entregado como prueba. 2) Cohen le mintió al Comité de Inteligencia del Senado en cuanto a las fechas de los intentos de Trump por construir una torre en Moscú. Cohen dice que su testimonio tuvo que ser aprobado y modificado por los abogados de Trump. 3) Cohen dice haber presenciado y escuchado una conversación telefónica donde Roger Stone le dice a Trump que acababa de hablar con Julian Assange, de WikiLeaks, y que iban a dar a conocer correos electrónicos comprometedores de Hillary Clinton. Trump siempre lo ha negado.

Lo anterior, provocó furiosas reacciones de los republicanos en el Comité. Trataron por todos los medios de cuestionar la credibilidad de Cohen, señalando que ya se había declarado culpable de mentir, por lo que no habría que creerle.

Cohen respondió que no era necesario creerle; que todo lo que dijo está corroborado por evidencia que está en poder ya sea de fiscal Robert Mueller o del distrito sur de Nueva York.

Refiriéndose a los republicanos, Cohen dijo, "defienden a Trump como yo lo hice durante 10 años. Hoy, estoy pagando un altísimo precio por ello. Espero no les ocurra lo mismo".

Este testimonio de Michael Cohen es el fin del principio, y el principio del final.

COLUMNAS ANTERIORES

Prigozhin
El juicio

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.