Parteaguas

¿Y cómo les va a quienes ya venden mariguana legal?

Una vez que en México sea aprobado el modelo de negocio, los interesados habrán de enfrentar esos costos sumados al pago del IMSS de sus empleados y la compra de empaques resellables a prueba de niños.

Ya casi está permitido el consumo de mariguana en todo el territorio nacional y eso permitirá crear empresas legales para su venta, pero ¿qué tan grande puede ser el negocio? ¿quien siga las reglas podrá competir contra vendedores ilegales?

Los diputados aprobaron ayer el uso recreativo de la citada planta en afán de quitarle la etiqueta de criminal a quien la fuma. Falta un paso más en el Senado.

La intención fue buena, aunque habrá que revisar qué tanto deben emocionarse ustedes con hacer dinero por esta vía.

En Estados Unidos existen compañías que llevan tiempo en el negocio y dependiendo de lo finalmente aprobado podrían llegar a México. Son firmas como Green Thumb Industries, Curaleaf y Scotts Miracle Gro, que lucen entre las más destacadas a partir de la apertura en mercados estadounidenses como en los de Colorado o California.

Curaleaf es una empresa con oficinas centrales en Boston que vende desde la flor en bruto de cannabis, hasta 'churros' o 'porros' "enrollados en el más fino papel natural y hechos con goma arábica orgánica", por 13 dólares cada uno.

La empresa valía hasta octubre 4 mil 806 millones de dólares y recientes incrementos la llevaron por arriba de 10 mil millones de dólares ante los inversionistas. Reportó ventas por 182 millones durante los tres meses concluidos en septiembre de 2020, casi el triple que el tercer trimestre del año anterior.

Definitivamente luce como un negocio atractivo, pero esta compañía no ha obtenido ganancias y sólo durante los tres meses de julio a septiembre del año pasado, enfrentó pérdidas por 3.8 millones de dólares, de acuerdo con datos recopilados por Bloomberg.

¿Por qué vale tanto? Por la expectativa que tienen los inversionistas sobre su futuro. Esperan que en algún momento genere utilidades y antes de que se pongan más caras compran sus acciones en el mercado. O al menos esa es la lógica.

Green Thumb, basada en Chicago, compite en el mismo mercado con productos que empiezan en unos 17 dólares.

Sus acciones elevaron su precio 439 por ciento en 12 meses y ese incremento le concedió un valor de mercado de 6 mil 872 millones de dólares que tendría que pagar quien quiera comprarla completa hoy.

Sus ingresos trimestrales alcanzaron 157 millones de dólares en octubre, 137 por ciento más que un año antes y finalmente alcanzó utilidades netas en el periodo por 9.6 millones de dólares. Esto hay que subrayarlo: sólo 6 centavos de cada dólar que cobró la empresa se convirtieron en utilidades que sus propietarios pudieron meter a sus billeteras.

Su director general, Ben Klover, un filósofo barbón graduado por Pomona College, quien ostenta un MBA por la Universidad de Chicago, abrió una tienda en Pasadena esta semana y ahí expresó a CNBC: "Esto es un juego de largo plazo".

Finalmente está el peculiar caso de Scotts Miracle Gro, que no hace negocio precisamente con la venta de mariguana, sino con los equipos que permiten su cultivo, incluso en casa, como pretende en parte la ley mexicana. La hidroponia parece ser un camino útil para productores de cualquier tamaño y sus sistemas son vendidos por esta compañía de Marysville, Ohio, dirigida por el expiloto de aviones de combate y graduado de Harvard, Jim Hagedorn. Parece la más robusta de las tres empresas.

Su valor de mercado de 8 mil 532 millones de dólares se basa en la solidez de sus ingresos trimestrales que en septiembre sumaron 4 mil 131 millones de dólares y brindaron a sus accionistas un margen neto de casi 10 por ciento para sus cuentas bancarias.

Las tres empresas pueden mostrar resultados prometedores, pero están basados todavía en una parte muy pequeña del mercado potencial estadounidense que sigue comprando mayoritariamente mariguana ilegal. ¿Por qué? Porque es más barata empezando porque no paga impuestos, ni mercadotecnia ni todo lo aburrido de los negocios legales.

Una vez que en México sea aprobado el modelo de negocio, los interesados habrán de enfrentar esos costos sumados al pago del IMSS de sus empleados y la compra de empaques resellables a prueba de niños, que entre otras cosas deben incluir imágenes parecidas a las de cajetillas de cigarros. Cada peso invertido en lo anterior quitará utilidades a inversionistas que quieran cumplir con la ley, lo cual, por cierto, nunca ha sido la práctica de quienes hoy ya la venden en el país y difícilmente se formarán por un permiso.

El autor es director general de Proyectos Especiales y Ediciones Regionales de El Financiero.

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