Parteaguas

¿Mérida, Nuevo León?

Mérida tiene una demografía correcta con ingresos totales por unos 7 mil 500 mdp mensuales, en una ciudad que cuenta con buena infraestructura urbana.

Más allá de algunos estudiantes que viajan a estudiar al Tec de Monterrey, la relación entre regios y yucatecos, aunque fraternal, luce más bien lejana… o lucía.

A los del norte, la economía estadounidense y en especial la texana, les brindó un dinamismo incomparable con el resto del país durante las dos décadas pasadas, una prosperidad que los peninsulares vieron más bien con añoranza de sus mejores días durante el boom del henequén.

Pero unas cuantas fichas del juego se movieron desde hace algunos años hacia ese estado sureño, lo que sumado al actual enfoque del gobierno federal, provocó un aumento de la inversión en Yucatán. Pepe Villarreal ya se dio cuenta y no es el único regio que lo ha notado, él encabeza Orange, una empresa de consultoría y desarrollo inmobiliario.

Hasta ahora, aunque importantes y recientes, las inversiones con capital de Nuevo León en ese estado de la región maya resultan más bien discretas.

Por ahí el enorme fraccionamiento Esmeralda Residencial, del Grupo Misión Obispado, en donde destaca Miguel Cagnasso... por allá una ampliación del centro de distribución del propietario de las marcas Fud y Yoplait, Grupo Sigma, dirigida por Rodrigo Fernández Martínez, próximo presidente de la cámara industrial de Nuevo León, Caintra. Pero hasta hoy, no mucho más que eso.

Esas apuestas, empero, contribuyen con un constante aumento del capital que arriba a Yucatán, en donde fueron anunciadas el año pasado inversiones nacionales y foráneas que una vez aplicadas sumarán 48 mil 600 millones de pesos, de acuerdo con registros del gobierno del estado.

De las ya puestas en la entidad, la inversión extranjera directa sumó 146 millones de dólares en 2020, en plena pandemia.

Las oficinas de Orange Investments, de Villarreal, están a una caminata de 10 minutos del corporativo global de Cemex, en San Pedro, el área con los metros cuadrados más caros de la zona metropolitana de Monterrey. Es el corazón financiero de esa ciudad.

Su portafolio de inversiones incluye al menos una docena de construcciones con inversiones unitarias que rondan los 30 millones de dólares, como Connexity, un edificio de usos mixtos de casi 30 niveles, en Monterrey.

Lo que visualiza Villarreal en Mérida no parecen ser edificios, todavía.

Sucede que en Yucatán la inversión inmobiliaria ocurrió a la inversa, en lugar de llegar primero los grandes centros de trabajo en parques industriales que pueden generar demanda de vivienda y comercial, a Mérida arribaron primero proyectos de compañías como Thor Urbana y GICSA, que cambiaron la dinámica económica y éstos se sumaron a apuestas de compañías como Inmobilia en el ámbito de casas habitación.

La nueva oportunidad entonces se aproxima más a la construcción de 'bodegas de especulación', parques industriales que puedan responder a necesidades de empresas de manufactura o de logística que llegan a Yucatán y que no encuentran en dónde instalarse a menos de que construyan su propia nave.

Así lo hicieron empresas como Walmart, la fabricante de cocinas Woodgenix, la productora de autopartes alemana Leoni, o Amazon que está por terminar un centro de distribución regional.

Las conclusiones de Orange incluidas en una investigación que duró tres años, detallan que Mérida tiene una demografía 'correcta' con ingresos totales por unos 7 mil 500 millones de pesos mensuales, en una ciudad que cuenta con buena infraestructura urbana que incluye aeropuerto, hospitales, comercio, hoteles y educación.

Mérida creció a tasas mayores que las del resto del país durante los últimos 10 años, en buena medida por convertirse en un refugio de seguridad.

Los retos para prolongar su crecimiento económico están en la ampliación de infraestructura de energía, ante la creciente demanda, de acuerdo con Orange.

En lo ecológico, los riesgos están evidentemente en el cuidado de sus vastos recursos de agua que para bien y mal de la ciudad, están a menos de 10 metros de quien pisa la banqueta.

El estado invierte en recursos humanos por la vía de universidades públicas cada vez mejor equipadas y el gobierno de la ciudad incluso compite para ubicarse como una de las Ciudades del Aprendizaje, de la Unesco. El anuncio de nuevos parques industriales en la zona metropolitana de Mérida es cuestión de tiempo. Prometo detalles.

El autor es director general de Proyectos Especiales y Ediciones Regionales de El Financiero

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