Parteaguas

Larga vida a los MBA, aquí vienen los MBM

El Tec de Monterrey tiene un 'Master in Business Management', que se parece a los 'Master of Business Administration', salvo por una cosa...

Transformación digital. Cuarta revolución industrial o la industria 4.0 que definitivamente está lejos de la 'cuarta transformación'. Los emprendedores y empresarios en general enfrentan el tremendo estrés de tolerar los cambios políticos a la par de un vendaval tecnológico que ya todos saben que viene a cambiar el juego.

Ya es sabido que Uber en lugar de taxis, que Airbnb que compite con hoteles, que Tesla que viene por el mercado de los Ford y Amazon, que viene por… todo.

Para que alguien ataque desde el mundo digital el mercado de quien esto lee, es cuestión de tiempo. ¿Qué diablos hacemos?

El Digital Supply Chain Institute (DSCI), del que ya publiqué antes, liberó un ensayo esta semana: Data Trading as a Catalyst for Digital Supply Chain Transformation o en español: Intercambio de Datos como Catalizador para la Transformación de Suministro Digital.

El término no es sexy: 'cadena de suministro digital'. ¿Qué es? Tener en tiempo real la medición de todo lo que pueda medirse para tomar decisiones. Es decir, el levantamiento de datos en cada parte de la producción y venta de un artículo o un servicio, para luego analizarlos y cambiar la estrategia, de preferencia con ayuda de la inteligencia artificial de una computadora, para no volverse loco.

Esos datos no tienen que ser solamente los propios, sino también los que se compartan las empresas entre sí, proveedores con sus clientes, a fin de hacerse más poderosos.

Pocos están haciéndolo. El estudio mencionado incluye una encuesta del DSCI encabezado por el ex-Sony y ex-IBM George Bailey, que muestra que apenas un 11 por ciento de las empresas ya integraron la cadena de suministro en un grupo coordinado con el propósito de cambiar la estrategia corporativa y solo un 5 por ciento trabaja con sus proveedores para integrar tecnología para compartir datos a fin de predecir riesgos y oportunidades.

Expuse anteriormente que para la digitalización de las empresas es necesario localizar a alguien a quien brindarle todo el poder dentro de la organización a todos los niveles, para hacer los cambios. A veces hay que contratarlo y darle toda la confianza.

Por medio de una entrevista del periodista de El Financiero, Alberto Tovar, con su director en Nuevo León, Osmar Zavaleta, ayer me enteré de que la EGADE Business School del Tec de Monterrey tiene ya una maestría que parece orientada en ese sentido. Es un 'Master in Business Management', un MBM en este caso, que se parece a los MBA tradicionales salvo por una diferencia importante: su inclinación hacia el pensamiento que considera intensivamente herramientas digitales. Incluye una concentración in situ para analizar la transformación digital, el análisis de datos y el pensamiento a futuro y que puede pagarse al menos en parte, con un financiamiento del Fondo para el Desarrollo de Recursos Humanos (FIDERH), un fideicomiso federal administrado por el Banco de México.

Se enrareció el entorno nacional e internacional y la única práctica constante para las empresas debe ser la de cambiar y adaptarse entre otras cosas a un gobierno que entiende muy poco de emprender y de hacer negocios legítimos.

Hay rutas para mantenerse sobrevolando hábilmente el ambiente en una plataforma sin fronteras, que es la digital. No podrán recorrerlo todos y la selección natural ya comenzó.

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