Parteaguas

Hector, el 'amigo' mexicano de Jarvis

Hector es el asistente personal que te ayudará y acompañará las 24 horas, facilitando la vida de las personas, al hacer de su experiencia con un asistente cognitivo algo más real e interactivo.

Jarvis es la herramienta y mascota virtual de Tony Stark. Stark es el principal personaje de la serie de películas de Marvel, Avengers. Jarvis resuelve problemas, es capaz de pensar como un humano sin serlo y de resolver el tipo de solución que el héroe necesita para evitar un impacto cuando está a punto de caer al suelo desde la estratósfera.

Hector (así, sin acento) es una herramienta similar, pero no es fantástica sino real y fue creada por mexicanos, por mexicanos muy jóvenes. Puede saber por ejemplo, qué tan sincero fue el discurso de un político, si en verdad estaba emocionado o si fingió ese nudo en la garganta. Justamente el tipo de juguetes que busca el exsecretario Luis Videgaray en su nuevo Rol en el MIT.

Curiosamente, Hector se fue al Massachussets Institute of Technology o MIT para participar en el Beaver Works Summit de la institución, que acabó el fin de semana. Es el resultado del trabajo de alumnos de la Prepa Tec Esmeralda, del ITESM en Atizapán, Estado de México.

"Hector es el asistente personal que te ayudará y acompañará las 24 horas, facilitando la vida de las personas, al hacer de su experiencia con un asistente cognitivo algo más real e interactivo", divulgaron los autores en el sitio de su escuela.

La inteligencia artificial contenida en Hector ayudará por ejemplo a explicar imágenes que el cerebro humano no pueda recordar o simplemente ignore. En el momento en que un dispositivo la detecte, dará una explicación detallada al oído de quien use esta herramienta.

¿Recuerdan la escena de la película El Diablo Viste a la Moda (The Devil Wears Prada) cuando el personaje de Anna Wintour (Meryl Streep) necesita que alguien le recuerde discretamente los nombres de todos en una fiesta, para corresponder cuando se acercan a saludarla? Hector estaría ahí para salvarla.

La inteligencia artificial hace mucho hoy ya en nuestras vidas. Al usar Uber o DiDi y seleccionar la mejor ruta… pero hará mucho más.

De acuerdo con Anastasia —una empresa chilena dedicada justamente a ofrecer servicios de IA o inteligencia artificial— el sector que más rápido se adapta es el del retail o de ventas al menudeo. Quien esté libre de Amazon que tire la primera piedra. Luego el de tecnologías de entretenimiento, como el Netflix que nos selecciona lo que veremos esta noche y luego transporte pesado y banca.

Pero cuidado, médicos. La IA va por el sector salud a una velocidad sorprendente por una capacidad única: las computadoras pueden leer miles de archivos a una velocidad que un humano no puede, lo que le permite con base en información internacional previa hacer diagnósticos mucho más acertados con los datos que le confiera, por ejemplo, una enfermera. Eso traerá cambios dramáticos.

Anastasia defiende el uso de la IA con este propósito acuñado por John McCarthy, científico computacional y cognitivo: "descubrir cómo hacer que las máquinas utilicen el lenguaje, formen abstracciones y conceptos, resuelvan tipos de problemas que ahora están reservados para los humanos y mejoren por sí mismas".

Lo que debe celebrarse es que una prepa mexicana, en este caso, una del Tec de Monterrey, arroje la esperanza de contar con niños que a la postre no habrá que explicarles los beneficios de la IA y quizá tampoco, cómo se programa un sistema para que ejerza toda su fuerza.

Eso es muy rentable, seguramente más que hacer gasolina. Bien valdrían estos y miles de niños más la inversión de miles de millones de dólares que recibirá una refinería.

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