Parteaguas

¿Están convirtiendo esta península en ‘isla’?

Jonathan Ruiz indica que Quintana Roo, Yucatán y Campeche ya dan trabajo en su península al mismo número de personas que emplea el pujante Nuevo León.

Políticamente, el centro de México se tiñó del carmín de Morena, del presidente Andrés Manuel López Obrador y en esta región aumenta la dependencia de recursos del resto de las regiones… en comida, en gasolina, en electricidad.

En sentido contrario y en una zona lejana en donde aún pesan otros colores partidistas, crece una tendencia hacia una relativa independencia económica a la que se han sumado empresas del tamaño de Siemens Gamesa.

Quintana Roo, Yucatán y Campeche ya dan trabajo en su península al mismo número de personas que emplea el pujante Nuevo León. Los dos primeros tienen incluso una tasa de desocupación más baja que la de ese estado del norte de México, de acuerdo con datos del INEGI.

Hay una crítica constante: la diferencia del ingreso entre las regiones. Cifras del mismo instituto revelan que los yucatecos perciben apenas un tercio de lo que ganan los nuevoleoneses o menos de la mitad de aquello que obtienen los habitantes de la Ciudad de México, pero eso cambia dramáticamente.

En la Canacintra local, presidida por Alberto José Abraham Xacur, hay una preocupación central: a los empresarios locales les están "pirateando" los empleados. Empresas globales que llegan, como la gigante cervecera AB Inbev, dueña de Grupo Modelo y de marcas como Corona y Budweiser, pagan mejores salarios que aquellos ofrecidos por empresas regionales, cuyos accionistas ahora parecen obligados a aumentar salarios. Esta región crece por arriba y tiene menos desempleo que el promedio nacional. Ahora que además llegan manufactureras automotrices como la alemana Leoni y la japonesa Uchiyama Group, le urge energía.

La secretaria de Energía Rocío Nahle trabaja en un proyecto de aumento de líneas de transmisión hacia esta península que ha sufrido tres "apagones" en el año, pero a la par, empresas privadas instalan paneles solares y aerogeneradores a un ritmo frenético: 2 mil 400 megawatts pagados con una inversión de 4 mil 100 millones de dólares son dispuestos en municipios yucatecos por empresas de las que ya existe una larga lista: Ganz, Aldesa, Jinko, Baywa, Mexión, Vientos de Yucatán, Sunpower, BH, Alarde, Valeco, Alter Enersun, Enerfín, Elawan, Energía CB, Clean Energy, Envision, Vive Energía y… Siemens Gamesa.

Los líderes de estas compañías crearon ya líneas de defensa y fundaron la APER, o Agrupación Peninsular de Energías Renovables, que pretende defender sus intereses.

En conjunto, la capacidad de sus máquinas sería suficiente para alimentar las necesidades peninsulares y sobraría un tercio, por lo que la exportación de su producción a otras entidades será un hecho cimentado en subastas de energía eléctrica realizadas durante el sexenio anterior o bien, en tratos directos con consumidores industriales de otras partes del país.

En cualquier caso, aquella energía que desesperadamente requieren los empresarios locales para crecer, de manera repentina podrían tenerla en casa y además, de fuentes distintas a la vieja industria de los combustibles fósiles que calientan el planeta.

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