Parteaguas

¿Es el momento de los jarochos?

México arrastra una recesión económica desde antes de la pandemia por el Covid-19, mientras que Veracruz cerró marzo con un alza económica anual de 1.4 por ciento.

Los empresarios más poderosos de Estados Unidos lanzaron este mensaje ayer: "Es tiempo de quitar los clavos oxidados".

Se refieren a su relación de negocios con Europa que finalmente recordaron relevante, luego de años de una narrativa que lanza golpes transatlánticos desde la Casa Blanca.

México, por el contrario, se prepara para la mejor relación comercial con esa región en años y el cordón umbilical de esa nueva interacción está amarrado de un ombligo jarocho. Atención, Veracruz, parece venir su hora.

Marjorie Chorlins es vicepresidenta senior de asuntos europeos en la US Chamber of Commerce, que agrupa a las empresas más poderosas estadounidenses. Ella emitió ayer un texto que resalta lo gentil que resultaron los europeos al permitir un reciente 'miniacuerdo', dijo ella, para facilitar la venta de langostas de Maine en el otro continente, en tanto que de allá llegarán a Estados Unidos encendedores y cristalería que ahora pagarán menos aranceles. Francamente parece una negociación que pudo hacerse mediante telegrama hace 100 años.

Tanta pena causó en Chorlins, que así lo expresó en su texto: "Un acuerdo que cubre el 0.02 por ciento del comercio transatlántico está lejos del nivel de ambición que esperaríamos ver de los socios comerciales más grandes del mundo".

Las potencias están enredadas en un pleito que involucra a su sector tecnológico, lo que enturbia discusiones para facilitar el comercio, que por cierto, es aceitado por la OMC que con frecuencia recibe la denostación del presidente Donald Trump.

Mientras eso ocurre en el ring de boxeo de los pesados, un peso pluma firmó un T-MEC con Norteamérica y cerró las negociaciones de su nuevo tratado comercial con Europa: México.

A la par de esa dinámica, desde Palacio Nacional es coordinada una fuerte inversión en infraestructura de transporte para conectar a Oaxaca y Veracruz en el istmo, para que ese paso pueda, finalmente, competir con el Canal de Panamá. Hacienda estima 3 mil 500 millones de pesos para construir ese 'corredor interoceánico' en 2021.

Entre tanto, Veracruz, quizás la entidad mejor conectada con Europa, en buena medida por los Volkswagen poblanos y otros productos que salen rumbo al oriente desde sus puertos, entró a 2020 insospechadamente en una mejor situación que otros estados del país.

Mientras México arrastra una recesión económica desde antes de la pandemia por Covid-19, el estado costero cerró marzo con un crecimiento económico anual de 1.4 por ciento respecto al mismo mes del año pasado, de acuerdo con datos del Inegi.

Sólo siete de 32 estados se mantenían en ascenso hasta ese momento.

La entidad cerró 2019 con una mejora en la calificación crediticia que le concede Fitch Ratings, gracias a una reestructura que la sacó de un pozo que obligó a sus funcionarios a ir a la capital a pedir dinero urgente y extraordinario para pagar la nómina de gobierno, en tiempos del sexenio de Enrique Peña Nieto.

En su decisión, Fitch destacó que Tuxpan, Coatzacoalcos y Veracruz suman la capacidad portuaria más grande del país y eso es una ventaja.

En su actual gobierno, el secretario de fFnanzas, José Luis Lima Franco, se enfoca en fiscalizar y aumentar los ingresos locales en ánimo, incluso, de dar espacio a inversiones. ¿En qué invierten? En seguridad, por ejemplo. Los policías del estado ya no están entre los peor pagados del país y reciben patrullas y equipamiento.

Eso urge para una entidad que si bien crece, aún no sale de la crisis motivada por el abandono de las inversiones petroleras. Veracruz quiere competir por atraer proveedores de plataformas marinas que requieren suministros que hoy vienen de Tamaulipas o de Texas.

Esas plataformas, irónicamente, están ahí por las rondas petroleras del sexenio pasado y Lima Franco, miembro de un gobierno morenista, estima como inversión indispensable para mejorar la perspectiva veracruzana. Eso y el libre comercio con Estados Unidos y Europa, dan una oportunidad a los jarochos. Hay que ver si la aprovechan.

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