La información que reciben los preocupa. Cuando no es un posible contagio de coronavirus, es la crisis económica que la pandemia trajo o lo que necesitan aprender para que no venga alguien de afuera a quitarles su empleo.
Los empleados de los negocios en México cargan un bulto de estrés, 68 por ciento de ellos, de ustedes, teme perder su trabajo.
El dato surge de una encuesta elaborada por Ipsos y distribuida por el Foro Económico Mundial que revela que los mexicanos están en el grupo de las cinco nacionalidades entre las que hay más preocupados por esta razón.
Comparten mesa con los rusos, los malayos, los españoles y los peruanos. En el otro extremo, menos de un tercio de suecos o alemanes piensan en eso, revela el estudio.
Casi una cuarta parte de los trabajadores urbanos en México simplemente no pueden sacarse el despido de la cabeza y están verdaderamente preocupados por esa posibilidad, de acuerdo con la encuesta. Eso debe tener un impacto en lo que son capaces de producir al tener la mente en otro lado, una circunstancia que debe ocupar a sus jefes.
¿Qué pueden hacer las empresas para reducir esta mortificación? Cada quien armará su estrategia, pero hay ejemplos.
Liverpool, la empresa que comanda Graciano Guichard, está volcada a entrenar a la gente que necesita… adentro o afuera de la compañía.
La palabra de moda en el equipo directivo es 'omnicanalidad', que no es otra cosa que 'le vendemos como sea en donde sea que quiera usted comprar'. ¿En línea?, pues en línea… ¿Que usted pasa a recoger?, no se diga más… Que lo quiere a domicilio, va para allá.
Necesitan hacerlo. De abril a junio sólo una quinta parte de sus clientes fue directamente al almacén a comprar. El número de sus clientes 'digitales' se multiplicó casi por siete y sus ventas por esta vía, por cinco, respecto a la era previa al Covid-19.
Pero para hacer frente a ese ajuste necesitan gente entrenada.
El mes pasado, Juan Pablo Durán, director de aprendizaje y desarrollo en la compañía, cerró un acuerdo con el Tec de Monterrey para formar individuos.
El convenio expone a los estudiantes universitarios a las transacciones diarias, a una visión real de las necesidades del mercado; para Liverpool representa la oportunidad de fichar a un equipo joven ya entrenado. ¿Entrenado en qué? Por ejemplo, en controlar una logística que deja en manos de terceros 87 por ciento de las entregas a domicilio.
Hoy uno de los trabajos que ofrece a través de LinkedIn consiste justamente en encargarse de la relación con las empresas de mensajería a fin de atender bien las devoluciones… esas devoluciones que tanto duelen a la tienda que es parte de tu vida.
Miembros de JPMorgan –el más grande banco estadounidense– tuvieron una reunión reciente con tres ejecutivos que operan en México y entregaron un reporte firmado por Joseph Giordano que advierte que las ventas en línea seguirán creciendo en el país después de la pandemia.
Sus interlocutores fueron Melinda McLaughlin, de Prologis, la empresa que renta bodegas a Amazon en el país; Daniela Orozco, de la Asociación Mexicana de Ventas Online y Eric Pérez Grovas, presidente del organismo.
Ante este panorama que pone el smartphone por encima del nivel de la caja de cobro, ¿qué puede hacer una empleada de Liverpool experta en cosméticos? Entrenarse para los puestos que faciliten venderlos en línea.
De acuerdo, pero ¿quién la entrenará? La citada encuesta del Foro Económico Mundial indica en dónde está la esperanza de ella o la de muchos trabajadores urbanos que antes llenaban las oficinas: En su empresa.
Un 83 por ciento de los mexicanos considera que tiene capacidad de aprender y desarrollar las habilidades necesarias para los 'trabajos del futuro' a través de su actual empleador.
En el otro extremo, japoneses y suecos no confían en que esa sea la vía. Ante el riesgo, no vaya a ser la de malas, estaría bien buscar cursos justamente... en línea.