Parteaguas

Dos organismos clave en la visita a Washington

El encuentro entre Donald Trump y López Obrador pondrá ante las cámaras a dos individuos impredecibles.

A partir de mañana que el presidente de México visite Washington habrá que poner atención a los informes que emitan dos organizaciones clave en la relación con México.

Una es, por supuesto, la US Chamber of Commerce, dirigida por Tom Donohue, la cámara máxima de las compañías del país vecino.

Donohue estuvo el año pasado en una reunión en Mérida para un encuentro binacional de empresarios y políticos, durante el cual fue entregada a los visitantes la reforma laboral, a cambio de que apoyaran el nuevo T-MEC en el Congreso estadounidense, acuerdo que entró en operación este mes.

La otra organización relevante es el think tank que honra a un expresidente, el Woodrow Wilson Center.

Este organismo es apoyado entre otros por el mayor banco de Estados Unidos, JPMorgan, que en México es responsable de la mayoría de grandes transacciones en dólares entre ambas naciones. Tiene incluso un instituto enfocado en el estudio de asuntos nacionales.

Su nombre es justamente México Institute, dirigido por el bien conocido Duncan Wood, quien ostenta un doctorado en estudios políticos por la Queen's University de Canadá.

Wood es frecuentemente citado por medios nacionales sobre asuntos de políticas energéticas, uno de los asuntos más relevantes en la relación entre México y Estados Unidos.

El país gobernado por el presidente Andrés Manuel López Obrador no es el mismo que gobernaron otros al inicio de este siglo.

México es dependiente en términos netos de la energía proveniente de su poderoso vecino. Las ciudades se mueven por la gasolina y el gas natural importado de norte a sur que permite la generación de electricidad que vende la CFE, y la operación de la industria en ciudades como Monterrey, Chihuahua, Saltillo o los estados del Bajío.

En sentido contrario cada vez es menos relevante el crudo vendido por Pemex a unos estadounidenses que innovaron su sistema de producción petrolera, al punto de convertirse en el plazo de 20 años en los mayores productores del planeta, incluso por encima de Arabia.

A los estadounidenses, los mexicanos han mostrado una cara poco amigable en días recientes con el cambio repentino de reglas en el negocio de la venta de combustibles, violando probablemente compromisos adquiridos en el T-MEC.

Ya hay avisos, el experto en logística binacional de gasolina y presidente del Clúster Energético de Nuevo León, César Cadena Cadena, censuró el viernes públicamente durante un foro la actitud de las autoridades para excluir a las empresas privadas con el único fin de fortalecer a Pemex y CFE. Los estadounidenses involucrados en ese negocio hablan igual de fuerte, pero off the record.

Hasta ahora, tanto el Woodrow Wilson Center como la US Chamber of Commerce mantienen un perfil bajo para la visita del presidente López Obrador a Washington DC, pero su encuentro con su homólogo Donald Trump pondrá ante las cámaras a dos individuos impredecibles que pueden detonar acciones en la relación que comparten sus países.

La manufactura estadounidense, tan afectada en sus utilidades desde la gran recesión de 2009 y rematada durante esta pandemia, tiene mucho en juego en México como para pasar por alto una oportunidad de comprometerlos a ambos.

Tendrá en Tom Donohue a un representante, pero no al único, considerando el poder de Chrysler, Ford, GM…

Aparte, el Woodrow Wilson, cubierto por el manto de la buena voluntad de ser un centro de estudios, puede dejar sentir el peso de instituciones como las financieras.

Ambos, la US Chamber y el Woodrow Wilson no suelen guardarse para sus miembros todas sus opiniones y es posible que en las siguientes semanas publiquen veredictos sobre el histórico encuentro de mañana. Atentos, todos.

Director general de Proyectos Especiales y Ediciones Regionales de El Financiero.

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