De aquí sí saldrán 'otros datos'

En los campos mexicanos siempre se quedan dos tercios del petróleo que contienen, en promedio. En Noruega, solo la mitad.

En otras palabras a los nacionales se les puede sacar mucho crudo que no les fue extraído. ¿Qué lo impide? Dos factores: falta de capital para invertir y ausencia de información compartida de lo que hay debajo de la superficie tierra. Uno de ellos empezó a solucionarse.

El primer asunto aún no queda resuelto, pues a decir de las acciones del equipo del presidente Andrés Manuel López Obrador, otra vez será limitada la inversión privada en la industria energética, pese a que la Constitución ya la permite.

El segundo reto sí puede superarse porque el mismo gobierno apoya un proyecto de la Comisión Nacional de Hidrocarburos: la colección de rocas más importante de México y una de las más valiosas del mundo: la Litoteca Nacional. Está compuesta por decenas de miles de cilindros de unos 10 centímetros de diámetro y medio metro de longitud, guardados en dos bodegas enormes, una de ellas en San Agustín Tlaxiaca, Hidalgo y la otra en la comisaría Sierra Papacal, de Mérida, Yucatán, dentro del Parque Científico y Tecnológico de ese estado.

El acceso a esta última es restringido. Para ingresar a su acervo contenido en 13 mil metros cuadrados hay que recorrer pasillos en los que toda actividad es registrada por cámaras de seguridad y en donde portar tarjetas magnéticas o digitales es indispensable para abrir una puerta tras otra.

Ya adentro se observan torres de estantes de más de 10 metros de altura como los de las tiendas de clubes de precios, pero que en lugar de papel higiénico o botellas de salsa catsup, albergan hasta hoy 183 mil cajas blancas de cartón —cuyo contenido individual pesa unos 15 kilogramos— apiladas de forma horizontal y organizadas mediante etiquetas que exhiben datos como: Maloob B-424, 3352 a 3357 N-2, que indican el yacimiento, el pozo y la profundidad en metros a la fue extraída esa roca cortada cilíndricamente.

El software que permite la rápida localización de cada caja fue elaborado por Plenumsoft, la empresa fundada por Víctor Gutiérrez Martínez.

A unos metros de ese acervo, existe un taller con herramientas que permite hacer cortes precisos para extraer piezas o láminas de esas rocas y luego llevarlas a la sección siguiente que contiene laboratorios con otras más que permiten la manipulación de las rocas y poderosos microscopios que facilitan observar su contenido. Ese equipo lo aportó Grupo Dicas a través del Instituto Tecnológico del Petróleo y Energía, a cargo de Arturo Quirarte. En el lugar, científicos de la UNAM y otras universidades auxilian a quien pida sus servicios.

La nueva conjunción de lo que aquí existe: rocas otrora inaccesibles, equipo técnico y científicos es única en el mundo, a decir de expertos y puede detonar el descubrimiento de reservas y producción petroleras más allá de las conocidas y faciltar la producción de crudo a partir de este año.

Lo que resguardan los yucatecos contiene rocas extraídas desde hace más de 100 años, provenientes de instalaciones de Pemex en Reynosa, Tamaulipas; Poza Rica, Veracruz; Comalcalco, Tabasco; y Ciudad del Carmen, Campeche a las que se suman las que aportan empresas privadas llegadas con la reforma energética. Solo las instalaciones tabasqueñas en sus arcaicas condiciones recibían unas 80 visitas al año. Podrán imaginar cuántas empresas llegarán semanalmente a las nuevas.

Para los petroleros esto es información indispensable. Solo imaginen que ustedes construyen edificios y de pronto pudieran pedir a todos quienes hicieron edificaciones alrededor de su propiedad, una muestra de los terrenos que ellos abrieron para edificar en las suyas.

"Con esto, se va a poder aprovechar el máximo posible del aceite que está en el campo", advierte Carlos Ortíz, el científico del Instituto Mexicano del Petróleo que ahora es el vigía de lo que guarda la Litoteca Nacional en el sur de México.