Parteaguas

A AMLO se le acaba el gas II

A México se le acaba el gas hecho en el país y es la administración de Andrés Manuel López Obrador la que enfrentará un lío histórico.

Hace dos años avisé en este mismo espacio que el presidente Andrés Manuel López Obrador enfrenta un problema: al país se le acaba el gas hecho en México y es su administración la que enfrentará un lío histórico en la materia.

Eso fue en noviembre de 2018, lejos de aumentar, hoy la producción de Pemex es todavía 5 por ciento más baja que entonces.

No habría problema si no fuese porque más de la mitad de la electricidad que ustedes consumen es producida justamente con gas natural.

¿La solución? Importarlo. Los estadounidenses celebran, pues hoy mandan 28 por ciento más que hace dos años.

De acuerdo con la información más reciente de la Agencia de Información Energética (EIA, en inglés), México bate este año todos los récords históricos con una compra de más de 6 mil millones de pies cúbicos diarios de gas natural, durante el verano.

Ahí la lleva este gobierno tratando de parar el alza en las compras de gasolina, pero en materia de gas natural, el informe que podrá leer el presidente Joseph Biden cuando sea nombrado oficialmente es el siguiente:

"A corto plazo, los productores en México no tienen proyectos planificados que aumenten significativamente la producción nacional de gas natural", la sentencia pueden encontrarla ustedes dentro del análisis de México liberado el lunes justamente por la EIA, que forma parte del Departamento de Energía de ese país. https://www.eia.gov/international/analysis/country/MEX

La producción de gas cae porque extraerlo no es negocio. Ése es el argumento oficial en México y es técnicamente correcto, de acuerdo con el mismo reporte externo:

"Los productores podrían desarrollar algunos recursos en la región costa adentro de Burgos, en la parte noreste del país, a través de la misma cuenca geológica que continúa desde el sureste de Texas. Sin embargo, el precio de equilibrio requerido para el pleno desarrollo de tales reservas es en promedio más alto que el precio del gas natural importado, lo que desafía la viabilidad de estos nuevos proyectos".

¿A cómo el gas, oiga? Los mexicanos lo compran este año a un ridículo precio de 1.93 dólares por millón de BTUs, en promedio.

Se benefician de tener del otro lado del río Bravo la cuenca más productiva del mundo, en donde el gas viene como subproducto de la rentable producción de petróleo. El de este año es el precio más bajo al que la CFE y la industria nacional lo han comprado en lo que va del siglo.

¿Entonces tiene sentido preocuparse por producirlo en casa? Sí y existen tres argumentos.

Uno. La situación de la gasolina es igual. Es más barato importarla que producirla en casa, pero el gobierno de AMLO estableció una estrategia vinculada con la seguridad nacional. Tan importante es mantener coches andando como todo lo eléctrico funcionando.

Dos. Ayer publiqué aquí que está en boom el mercado mundial de gas natural licuado (LNG, en inglés) que se envía por barco y eso dará una salida adicional al gas que hoy compra México, proveniente de Texas. La amenaza de una eventual elevación del precio es real y ya ocurrió. La década pasada México importó gas natural a un precio seis veces más alto que el actual.

Tres. El gas que importa México es mayoritariamente 'seco'. Muchos de los recursos valiosos contenidos en el hidrocarburo son extraídos antes de cruzar la frontera hacia el sur. Uno de ellos es el etano, que procesado se convierte en etileno y posteriormente en el polietileno que envuelve toda la comida que ustedes guardan en la despensa y en el refrigerador, por ejemplo.

¿Notaron lo que ocurrió con Braskem Idesa? Esta semana le fue retirado el suministro de etano que necesita para su operación. Pemex produce cada vez menos de este insumo y esta escasez ocasiona estragos en la industria del plástico. De ese tema aquí escribiré pronto.

Como en otros asuntos, el presidente puede destacar que el problema no lo trajo él y en el caso del gas natural, como en otros, es cierto. Pero los proyectos de producción de gas natural tardan mucho tiempo en iniciar, es hora de tomar decisiones que cambien el rumbo o él dejará una situación aún peor a quien le suceda en el cargo y entonces alguien habrá de culpar a la primera administración presidencial morenista de esta otra crisis.

Consulta más columnas en nuestra versión impresa, la cual puedes desplegar dando clic aquí

COLUMNAS ANTERIORES

Síganle con sus mexicanadas
Argentina ‘mata’ Tesla

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.