Parteaguas

‘La primera misión latina al espacio’

Una astronauta mexicana cobra forma de figura de inspiración: Katya Echazarreta, quien estableció como su prioridad abrir oportunidades para los mexicanos en el negocio espacial.

Confieso que no sabía de ella. Una astronauta mexicana cobra forma de figura de inspiración.

El martes la ‘presentó‘ veladamente Altagracia Gómez, empresaria y asesora de la Presidencia, durante una conferencia matutina.

Se llama Katya Echazarreta y desde muy joven vive en Estados Unidos, aunque ahora estableció como su prioridad abrir oportunidades para los mexicanos en el negocio espacial.

Atención, no es retórica. Hoy no hay cabida para los mexicanos en esa actividad llena de nerds que dedicaron su tiempo a entender cómo funciona el universo. Literalmente lo que ellos tratan sí es rocket science, una actividad que suelen desdeñar terraplanistas y algunos otros que quizá no han leído suficiente.

Va un ejemplo en corto: la Comisión Federal de Telecomunicaciones de Estados Unidos autorizó esta semana a la compañía tecnológica Starlink, de Elon Musk, para ofrecer conectividad satelital directa a teléfonos a través de la operadora móvil T-Mobile. ¿Viene el final de las torres de antenas disfrazadas de pinos?

Ryan Brukardt dijo en abril: “Vamos a ver un crecimiento significativo en la economía espacial en los próximos diez años”.

El socio senior de la consultora McKinsey detalló que es probable que la economía espacial casi se triplique en los próximos diez años.

“De 630 mil millones de dólares, a 1.8 billones de dólares”, advirtió durante una entrevista difundida a través de un podcast de la compañía. Como referencia, Apple factura anualmente unos 390 mil millones y la mexicana América Móvil, aproximadamente 50 mil millones de dólares al año en todo el mundo. ¿Qué países recogerán los beneficios de una industria que hoy ya representa el PIB de Suiza? Katya quiere parte de estos en México. Ella no está sola.

La actividad espacial necesita dos cosas: fierros y gente. Caty Ramírez se enfocó en lo segundo. Particularmente en el tipo de personas capaces de hacer ‘casas’ o hábitats que brinden un hogar fuera de la Tierra. Eso se necesita hoy, no mañana.

Ella nació en la Ciudad de México y desde hace 16 años emigró a la zona más pobre de Texas.

La década pasada fundó SpacePort MX, una empresa de capacitación de alto nivel:

“Una iniciativa dirigida por científicos, investigadores, empresarios, profesionistas entusiastas del espacio enfocados en la difusión, el desarrollo estratégico de la industria y el comercio espacial en México”, de acuerdo con la propia compañía.

Además, están Andrés Martínez, como uno de los líderes del proyecto Artemisa, de la NASA, quien pretende establecer la primera estación de humanos en la Luna, y el mexicano-argentino Gustavo Medina Tanco, quien encabezó el exitoso proyecto Colmena para lanzar a la Luna minirovers hechos en la UNAM, artefactos que viajaron dentro de la nave Peregrine que, al llegar al satélite en cuestión, abortó el alunizaje por problemas técnicos.

India, Japón, China, la Unión Europea ya protagonizan lanzamientos espaciales en competencia con Estados Unidos, a un ritmo de unos 30 cada bimestre. Dimensionamos: ese número fue un récord de lanzamientos de todo 1967 durante la era de la ‘carrera espacial’. Ahora parece cosa de todos los días.

Este martes, Altagracia Gómez expuso que las metas del gobierno de México a 2030 incluyen tres proyectos clave en materia aeroespacial:

“Uno, es liderar la primera misión 100 por ciento latina al espacio. Esto lo haremos de la mano de la astronauta Katya, y la idea es que sea en 2027. Dos, la integración del motor completo en México que, precisamente, hoy se anuncia la gran inversión por parte de Grupo Safran. Y tres, el satélite 100 por ciento mexicano, que ha anunciado la Presidenta”.

Safran es una empresa francesa que aporta una inversión de 50 millones de dólares a su planta de Querétaro, con el propósito de armar ahí motores para aviones que usarán naves de empresas como Volaris y Viva.

Lo del lanzamiento espacial nacional pasa primero por legalizarlos. Ahí también hay avances.

Durante la Legislatura pasada, el diputado morenista Jesús Roberto Briano Borunda propuso exitosamente cambiar el texto de los artículos 28 y 73 de la Constitución. Falta que el Senado apruebe los cambios para poder legislar en materia extraterrestre, sobre el territorio nacional.

La salida de la industria mexicana al espacio es empujada por mexicanas. El universo es de las aventadas.

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