Parteaguas

A México le salió un vecino petrolero

La población guyanés aumentó su producción de petróleo crudo a 645 mil bpd día al inicio de 2024, todo procedente del bloque Stabroek, cerca de la desembocadura del río Esequibo.

En días en los que la producción de Pemex se desploma y complica más la recepción de ingresos necesarios para pagar sus deudas enormes, al sur del continente una nación tiene, en sentido contrario, una condición petrolera envidiable.

El gobierno de Estados Unidos lo destacó la semana pasada en un informe: “Guyana se convierte en un contribuyente clave al crecimiento de la oferta mundial de petróleo crudo”, así tituló el documento la Energy Information Administration (EIA) de la nación vecina.

Sumado al caso de Brasil, el cambio mueve la balanza petrolera de Latinoamérica hacia el sur del continente, con los efectos económicos y geopolíticos que eso puede provocar.

La EIA destaca un dato que provoca arrugas en la frente: el PIB de Guyana creció 62 por ciento en 2022, el mayor aumento del PIB del mundo ese año, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En 2023, su brinco económico fue todavía de un enorme 38 por ciento.

Claro, el número parte de una base pequeña. Hoy su PIB equivale al de Chiapas. No es mucho, pero hace 10 años éste era del tamaño de Tlaxcala.

Conviene considerar el contexto, su población total no alcanza el millón de personas, por lo que su PIB repartido per cápita es de 18 mil dólares, con lo que supera el de los mexicanos, que es de 11 mil.

Guyana comparte fronteras con Surinam, Brasil y Venezuela, país cuyo gobierno al frente de Nicolás Maduro pelea por la vía legal el territorio de Esequibo, llamado así por un río del mismo nombre que parte el país por la mitad hacia el Océano Atlántico.

Hoy la región no ha cambiado de control, pero el improbable éxito en la pelea proporcionaría al estado venezolano acceso a una zona llena de reservas de hidrocarburos, por lo que la hueste de Maduro presentó ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) documentos para defender su caso. Potencias de Occidente se inclinan por Guyana.

Mientras tanto, la población guyanés aumentó su producción de petróleo crudo a 645 mil barriles por día al inicio de 2024, todo procedente del bloque Stabroek, cerca de la desembocadura del río Esequibo. Especialistas locales esperan llegar a 1.3 millones en 2027.

Va una referencia útil para dimensionar: la producción diaria de Venezuela ronda 770 mil barriles diarios y la de Pemex cayó por debajo de 1.5 millones de barriles diarios en abril, cifras pequeñas comparadas con los récords de producción superiores a los 3 millones de barriles que tuvieron ambos países al inicio del siglo y cuyos recursos económicos fueron desperdiciados en gasto corriente de sus gobiernos, o peor aún, perdidos en redes de corrupción. ¿Hará un mejor uso de sus reservas la nueva nación petrolera?

La percepción de corrupción en Guyana es lamentable, aparece en el lugar 87 de Transparencia Internacional, organización no gubernamental dedicada a revisar la honradez de los países. Aún así está mejor calificada que su vecino Brasil y también está por encima de México, que ocupa el lugar 126, junto con Togo y Kenia.

La lista de transparencia es encabezada por Dinamarca y Finlandia. Al fondo, en el lugar 177, aparece Venezuela junto con Siria.

Los recursos recuperables de petróleo y gas natural de Guyana suman 11 mil millones de barriles equivalentes de petróleo y los desarrolladores todavía exploran sus aguas costeras. Las reservas probadas de México son de 8 mil millones de barriles.

El primer descubrimiento significativo de petróleo en Guyana lo realizó ExxonMobil en 2015, en lo que ahora es el proyecto Liza, en el bloque Stabroek. Esta empresa, junto con sus socios, Hess y la china CNOOC, realizaron más de 30 descubrimientos adicionales.

La producción de petróleo de Guyana proviene de tres buques flotantes. Hasta ahora, la falta de infraestructura provoca que el pueblo guyanés desaproveche el gas natural asociado al crudo; lo reinyectan o usan como combustible en el sitio, pero en el futuro podría detonar su producción de electricidad y de manufactura, como ocurrió al norte de México.

Esto no está cerca del final. El éxito de tres proyectos adicionales: Yellowtail, Uaru y Whiptail convertiría a Guyana en el segundo mayor productor de petróleo crudo de Latinoamérica, solo detrás de Brasil que este año produce más de 3.5 millones de barriles diarios. Sí, hay un nuevo petrolero en el barrio.

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