Parteaguas

Llegó la hora de sus salarios

Los salarios van a mejorar la situación de un montón de gente y ese es el lado bueno del asunto; el lado complicado vendrá por la repercusión que esto tendrá en la inflación.

Por décadas, los sueldos mexicanos se estancaron, pero finalmente vienen mejoras y esto no tiene que ver con el aumento en el salario mínimo. Ese incremento vendrá fuerte como ha venido subiendo en años recientes.

Pero no, esto tiene que ver con todos aquellos que ganan más que el mínimo, porque saben hacer mejor algo que el resto de la gente, por poco que sea.

Para esas personas, el salario ya creció en promedio de unos 12 mil pesos al mes, a 16 mil pesos mensuales en lo que va del sexenio iniciado en 2018, de acuerdo con datos del IMSS, que revisa cuánto ganan los trabajadores formales, desde los del Walmart y OXXO, hasta los de bancos y fábricas.

¿Es importante hablar de eso ahora? Sí, porque los salarios van a mejorar la situación de un montón de gente y ese es el lado bueno del asunto. El lado complicado vendrá por la repercusión que esto tendrá en la inflación. Ojo, Banco de México.

Anoten un dato: 39 por ciento. Esa es la diferencia salarial promedio que las empresas están dispuestas a pagar más en México a una persona con habilidades en eso que llaman ‘inteligencia artificial’ (IA), que pronto dejaremos de nombrar así.

¿Recuerdan cuando tomábamos ‘clases de computación’? Hoy usan TikTok, Canva, Excel, Power Point o G Suite o Word, punto. Ya nadie se acuerda de llamar a eso ‘computación’.

En cuestión de un año, ChatGPT pasó de ser la principal a ser solo una de las herramientas de inteligencia artificial generativa.

Ayer, también, AWS presentó Bedrock, que pone en un solo website una colección de software que incluye entre varios, el de Anthropic, la competencia de ChatGPT. Juntas, pueden ayudar a un pediatra a encontrar el diagnóstico de un padecimiento y en menos de cinco minutos hacer una presentación para que la entienda un niño de 10 años.

Esa herramienta es útil para abogados, para contadores públicos…

Pero aprender sobre nuevas herramientas representa un escenario de terror para quien debe llevar el día a día de un negocio, por eso, un gerente o un director probablemente prefiere pagar a alguien que le resuelva ese asunto.

En el otro extremo, eso no es difícil para quien tiene tiempo, internet y sí, una computadora. Pero rebasados esos obstáculos, en cuestión de meses o semanas podrá entender de IA.

Para aumentar las emociones, hay otra ola: El avance que lleva el entrenamiento de mexicanos en ‘cloud’ o ‘nube’, un sistema de servidores y procesadores que guardan sus fotos de Facebook, la información del banco, las cuentas de Bimbo o de Mercado Libre, para que ustedes no carguen con USBs a todos lados.

¿Quién se encarga de administrar eso? En parte los más de 100 mil individuos que AWS ya entrenó en México para ese propósito. Y vienen más:

“La Secretaría de Economía y AWS lanzaron el programa ‘Impulsando Talento Mexicano a la Nube’, a través del cual se espera capacitar en habilidades de nube a alrededor de 130 mil personas para finales de 2024″, informó el gobierno al inicio del mes.

Canacintra inscribirá a 20 mil personas a través de sus agremiados, por otra vía y el Tec de Monterrey, involucrará a 65 mil individuos. Eso es adicional al esfuerzo que por su lado hacen Google y Microsoft para competir en el mismo terreno.

Todas instalan centros de acopio y procesamiento de datos en Querétaro o sus alrededores (porque ahí no tiembla, no hay huracanes y está “cerca” de todo México, lo que ayuda con la latencia).

“Se espera que la adopción de la nube se cuadruplique de 6 mil 300 millones de dólares en 2021 a 27 mil millones USD en 2027″, advierte el director de AWS en el país, Rubén Mugártegui.

Eso se transformará en 137 mil 700 millones de dólares en producción adicional y casi 21 mil millones de dólares en salarios, anticipa la misma empresa. Todo sumado a un contexto adicional de inversiones por nearshoring.

Los que saben de AI y de ‘cloud’ ya dejan vacantes algunos puestos, para quedarse piden más dinero, lo mismo, quienes les sustituyen. Sus jefes se ven obligados a pagar más. Es como una fila de fichas de dominó.

Si todo eso genera productividad, es posible que esa eficiencia que aumenta salarios reduzca gastos por otro lado. ¿Cuál será el balance? ¿Toman nota en Banxico y el Inegi?

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