Parteaguas

Yucatán va a saltar, de nuevo

Heineken, dueña de Tecate, anunció que invertirá en una nueva cervecera en el municipio conurbado de Kanasín y de arranque promete más de 500 millones de dólares a partir del año entrante.

Viene un segundo salto en la economía yucateca; no es pregunta.

En la parte más pujante de Mérida, su capital, hace mucho que dejaron de existir las casas de un millón. Hoy no bajan de tres millones, y es muy difícil encontrar una renta menor a 12 mil pesos mensuales cerca de su zona norte.

La inmigración y un crecimiento sostenido elevaron los todavía rezagados salarios locales a un ritmo mayor que el del promedio nacional y buena parte de la razón del ascenso económico se basa en el parteaguas que significó la llegada de una fábrica de cervezas de Grupo Modelo, inaugurada en 2017. Antes de eso, no había realmente industria grande.

Fueron más de mil millones de dólares los invertidos durante unos 5 años por esa empresa de AB InBev, sus proveedores y otras compañías que formaron un clúster alimenticio en el poco conocido municipio de Hunucmá, cuyos habitantes nunca vieron tanto dinero junto.

Ahora es Heineken, dueña de Tecate, la que hizo ayer un anuncio: invertirá en una nueva cervecera en el municipio conurbado de Kanasín y de arranque promete más de 500 millones de dólares a partir del año entrante.

El monto será el equivalente a 8 mil 700 millones de pesos, precisó ayer Guillaume Duverdier, CEO de la cervecera en México, cuya visión se resume en comentarios que soltó ayer al término de una rueda de prensa en Mérida: Con todas las inversiones en el Puerto de Progreso y en el Tren Maya, vía marítima se puede estar más cerca desde aquí a los Estados Unidos de lo que imaginan en la frontera norte.

La nueva fábrica producirá cerveza de marcas como Dos Equis, Indio y Bohemia y principalmente para mexicanos del sureste nacional. Pero reservará un 10 por ciento para exportaciones que bien servirían a Duverdier para explorar rutas hacia Nueva York o Houston, en el este de Estados Unidos. Todo a partir de 2026, cuando empiece a operar.

La infraestructura referida por el director de Heineken es producto del pragmatismo.

Los proyectos de transporte a los que apostó el presidente morenista Andrés Manuel López Obrador son aprovechados por el hábil gobernador panista Mauricio Vila, con quien hizo una mancuerna evidenciada en decenas de fotos que demuestran su cercanía en cada encuentro.

La parte más conocida de la historia es el Corredor Interoceánico que conectará por ferrocarril la costa de Oaxaca con la de Veracruz; esa vía se vinculará con otra que conectará a Campeche, Mérida y Cancún por medio del Tren Maya.

La parte menos comentada del plan es la remodelación, ampliación del puerto de Progreso –que duplica su tamaño– y su dragado, que hará más profundo su canal de navegación para que lleguen barcos más grandes.

Lo anterior se suma a plantas de energía renovable instaladas por empresas privadas y a obras en proceso de la CFE que aumentan más de 100 por ciento la capacidad de generación eléctrica en el estado y hacen disponible gas natural que antes era escaso.

La operación de los proyectos de gobierno y de las empresas fluyen también desde hace más de 10 años con la ayuda de Ernesto Herrera, un funcionario estatal apartidista llegado de la iniciativa privada, que funge como secretario de Fomento Económico desde la administración del priista Rolando Zapata y que Vila decidió mantener en el cargo hasta el final de su mandato en 2024. A veces sí funciona la política en México.

La industria “despertada” en el estado por el sector alimenticio atrajo manufactura de partes automotrices y aeronáuticas y la llegada de centros de distribución de Amazon, Mercado Libre y Walmart.

La natural demanda de gente hábil en tecnología empujó a las universidades locales a generar talento que ahora atrae empresas de tecnología como la consultora global Accenture y la alemana Preh, responsable de las consolas en los autos Tesla.

Todo lo anterior no considera el creciente turismo al que apuestan los yucatecos con el parque de La Plancha y el Corredor Gastronómico del centro meridano.

El tráfico del aeropuerto local aumenta este año 30 por ciento, la tasa anual más alta del país.

Las casas en el norte de Mérida pronto podrían ponerse más caras. El que alcanzó, alcanzó.

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