Parteaguas

Hey, Google, búscanos 88 millones de pesos diarios

El dinero que prometen generar en favor de México las instalaciones que abrirán en el Bajío suma un total de 226 mil mdp de aquí a 2030. Las llaman Región de Nube de Querétaro.

Es jueves y en las gargantas de muchos caerá cerveza. ¿Una Corona? No es la mejor, pero es la más popular en México.

En Estados Unidos también tiene éxito, pero habitantes de otros países la buscan con más ahínco que los vecinos al norte: Australia o Paraguay, por ejemplo, de acuerdo con datos de búsquedas en Google.

También es de Google este dato: 88 millones de pesos diarios. Es el dinero que prometen que generarán en favor de México las instalaciones que abrirán en el Bajío: un total de 226 mil millones de pesos de aquí a 2030. Las llaman Región de Nube de Querétaro.

¿Cómo generará esa friolera? Entre otras formas, vendiendo más Corona, quizás. Hay muchas herramientas hoy que permiten saber a qué hora toman cerveza los australianos. Desde lo que anda viendo cada quien en su celular, hasta las compras que hacen los bares en determinados días.

Si tan solo un superhumano pudiera saber qué está pasando en cada momento en cada lugar, luego hacer campañas de marketing exitosas en el momento adecuado y preparar las embotelladoras de México para producir más, en determinado momento… Si eso fuera posible, Grupo Modelo podría vender más cerveza. Curiosamente, ya es posible.

No es un superhumano, sino un sistema de inteligencia artificial administrado por dispositivos conectados (llamemos a eso “nube” o “cloud”, en inglés).

Todo programado para disparar la señal a Modelo… todo eso, desde el análisis de los datos de un bar, hasta la generación de campañas para disparar “sed” en redes sociales que motive en ustedes el ánimo por deslizar el botón que envíe un pedido que llegue hasta la fábrica. Además, a una velocidad que ya no podemos imaginar.

Un nuevo dispositivo de la compañía Nvidia, proveedora de Google, es capaz de procesar el equivalente al “peso” en datos de mil películas de cine en un segundo. Este GPU llamado Grace Hopper Superchip administra 5 terabytes en ese lapso y promete gastar 95 por ciento menos electricidad que un chip convencional. Por aquello del evidente calentamiento global.

Una nota publicada ayer en El Financiero por el reportero Christopher Calderón, advierte que el mercado de inteligencia artificial en gestación ya vale hoy millones de dólares, pero sumará 1.3 trillones en el tiempo que pasará de aquí al final del próximo sexenio presidencial en México.

Porque no es solo Google, ustedes lo saben ya. Fue Microsoft en su asociación con OpenAI la que detonó la ola de información en torno a la inteligencia artificial en México, a partir del lanzamiento de Chat GPT 4.

Lo que es útil a Grupo Modelo también lo es para Mattel, que fabrica miles de muñecas Barbie en Nuevo León; a Nabisco que cerca de ahí produce galletas Oreo… o tal vez al mexicano Grupo Kuo que ya va a vender motores eléctricos para quienes fabrican coches con creciente demanda.

De acuerdo con el líder de Alphabet, propietaria de Google, un ejército ya se prepara solo para atender sus necesidades:

“Finalmente, nuestras capacidades de IA también se expanden al ecosistema de nuestros socios.

Con cientos de ISV (independent software vendors) y proveedores de SaaS (Software as a Service) como Vox, Salesforce y Snorkel y las firmas de consultoría más grandes del mundo como Accenture y Deloitte. Se comprometieron colectivamente a capacitar a más de 150 mil personas en la IA generativa de Google Cloud”, dijo Sundar Pichai el mes pasado ante analistas.

Busquen en Linkedin el montón de plazas abiertas en México en todas esas empresas tecnológicas.

Si ustedes no encajan en el perfil, pueden prepararse en meses mediante montones de cursos, muchos de ellos gratuitos, que pueden meterlos a la ola. Así puede caerles algo de esos 88 millones de pesos diarios.

COLUMNAS ANTERIORES

Sale más barato comprar casa en Madrid
¿Y si acaban con el dolor de las mamografías?

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.