Parteaguas

El gran riesgo

Viendo hacia 2023, quienes mandan en las empresas pueden cometer el error de ignorar el gran riesgo que representan los semiconductores.

Existen un montón de oportunidades para hacer negocios. Ayer expuse aquí solo una de las abiertas, en el ámbito de los seguros.

Pero viendo hacia 2023, quienes mandan en las empresas pueden cometer el error de ignorar el gran riesgo que representan los semiconductores.

¿No es Ucrania el mayor problema? ¿La pandemia que aún nos pega? Sin duda.

Pero en diciembre de 2021, Vladimir Putin no había escalado el conflicto con su vecino. Hasta hoy, Taiwán sigue en paz.

Cuando los rusos lanzaron su guerra, entorpecieron el flujo de gas y de alimentos hacia Europa. Eso alimentó una inflación que ya anunciaba una subida en todo el mundo.

Lo que puede provocar una eventual inestabilidad en esa isla vecina de China es una crisis que los humanos no han experimentado antes.

El pasado ya acumula casos de falta de energía o de comida, pero no ha enfrentado una severa escasez de semiconductores.

Durante la pandemia la gente tuvo un entrenamiento. Esos chips no dejaron de ser producidos, pero los envíos se desviaron. Ustedes pidieron más computadoras para conectarse al trabajo o a la escuela y los coches debieron hacer fila.

No hay muchas fábricas de chips y construir una sola cuesta años y aproximadamente 10 mil millones de dólares. Es como pagar una nueva refinería, para rápida referencia.

Además, cada fábrica representa una infraestructura estratégica. Los países que tienen una de estas, adquieren el poder de permitir o parar la producción de tecnología.

Taiwán tiene a la empresa más relevante. Se llama Taiwan Semiconductor Manufacturing, TSMC. Un 55 por ciento de los chips del mundo salen de ahí.

¿Quieren otra rápida referencia? La OPEP representa un 40 por ciento de la producción mundial de petróleo.

TSMC valía hasta ayer el equivalente a 395 mil millones de dólares. Es más o menos lo que vende Pemex… en cuatro años.

Los ingresos de la taiwanesa se duplicaron desde 2019. ¿Cuántas empresas pueden contar una historia similar?

Sin semiconductores no hay aparatos eléctricos de esta generación. Todas las redes eléctricas necesitan mantenimiento, sin mantenimiento se nos va la luz. Y ese es solo uno de los sectores en riesgo.

Recuerden cómo quedaron vacías las agencias de coches por la falta de ese insumo. Las fábricas pararon la producción hace dos años y mucha gente perdió su trabajo, al menos temporalmente.

Llama la atención la falta de atención al asunto en naciones como México.

En Estados Unidos es un tema de seguridad nacional que ya confrontó a ese país con China, en parte, por sus amenazas contra Taiwán. Los vecinos quieren conservar la supremacía de la tecnología y para ello, la isla asiática es clave.

Curiosamente, la Cámara de Comercio de stados Unidos (US Chamber), no eligió el de los semiconductores como un riesgo grande a tener en cuenta en 2023. “¿Qué esperar para 2023?”, tituló esta semana el organismo en un artículo. ¿Qué advierte? Menciono yo aquí solo cuatro.

Uno: Una corta recesión está en la lista. Puede ser causada por consumidores que se quedarán sin ahorros reunidos durante la pandemia por cheques extraordinarios del gobierno.

Dos: El papel de la Reserva Federal. Sus herramientas están frenando la demanda y endureciendo las condiciones financieras.

Tres: “La escasez de trabajadores sigue siendo importante”. En el país vecino faltan inmigrantes. Faltan 3.3 millones de trabajadores en la fuerza laboral.

Cuatro: “No estamos fuera de peligro en materia de energía”. Estamos empezando, dice la US Chamber, a ver los efectos de que Europa termine con la importación de petróleo y gas natural rusos. Todavía no conocemos todas las consecuencias de esto.

Pero la organización no hace referencia a los semiconductores. Espero equivocarme y que Taiwán se mantenga independiente y en paz hacia el futuro.

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