Parteaguas

¿En serio van a hacer otra ‘app’?

Los inversionistas cada vez se enfocan más en encontrar soluciones sencillas a problemas complicados, lo que da más oportunidades de tener una ganancia.

Uber no ha generado ganancias nunca, de acuerdo con datos recopilados por Bloomberg ¿Podrá hacerlo todavía? ¿Ustedes recomiendan su servicio?

Es encomiable que existan esfuerzos como el de Jüsto, Gaia o Kubo y la fila de “fintechs” que dan pelea por facilitar la vida a la gente en el campo netamente comercial y financiero.

Es la respuesta nacional a la ola iniciada por apps de las cuales surgieron hasta películas y series, como Amazon, Facebook, Stripe o Uber, justamente, que pintaron las pantallas de los smartphones, cuando estos eran escasos.

Pero si hoy los mexicanos quieren subirse al tren de la disrupción en los negocios, quizás necesitan treparse a otro avión. En el mundo ya subieron la vara. Ese mundo busca valor, más que un crecimiento explosivo.

Uber acumula pérdidas netas por 3 mil 140 millones de dólares durante los últimos 12 meses y a decir de la caída de 64 por ciento en el valor de la compañía durante el año y medio más reciente, luce cada vez más difícil que consiga utilidades.

Esa ‘app’ cambió al mundo, no hay duda, y su propuesta tiene valor. Pero su crecimiento surgió bajo la lógica de aumentar su tamaño, para luego ver cómo aprovechar su influencia. Puede funcionar, si mantiene fiel a su público.

No obstante, ahora Larry Fink, desde BlackRock, el mayor fondo de capital de Estados Unidos, dice que ya no es tiempo de innovar con un modelo “tradicional” en la tecnología. Él incita a invertir mejor en el diseño de nuevas técnicas de producción de energía renovable.

Antes, el fundador de Virgin, Richard Branson, empezó a buscar a quien le mostrara una nueva manera de tener aire acondicionado en las casas, para reducir los recibos de electricidad y disminuir el uso de gases dañinos.

Encontró dos modelos en India: Daikin y Gree, mismos que ya trabajan en prototipos.

Los inversionistas cada vez se enfocan más en encontrar soluciones sencillas a problemas complicados, lo que ofrece más oportunidades de obtener una ganancia.

Fueron 145 millones de dólares los que recibió como capital Bit Bio, ubicada en Cambridge, Reino Unido. Esta empresa fundada por Mark Kotter, programa células, como se prepara una computadora para que, digamos, resista virus o ataques cibernéticos.

La compañía lanzó un nuevo modelo de células humanas para acelerar el tratamiento contra el síndrome de Huntington, que provoca movimientos involuntarios en las personas que lo padecen.

¿Se están quedando sordos? Otra reprogramadora de células, Mogrify, con sede en la misma ciudad, se prepara para producir células de la cóclea que permiten a las personas escuchar. Es como tal, una fábrica de diseño y manufactura de células que recibió ya 38 millones de dólares para que acelere.

“Los avances en biología computacional y bioinformática están mejorando el costo y la escalabilidad de producir células humanas para investigación y terapias celulares”, destacó la consultora neoyorquina CB Insights en un informe llamado Game Changers 2022.

“Las nuevas tecnologías de reprogramación celular están permitiendo que las células crezcan más rápido y de manera más eficiente que los métodos anteriores”, añadió la agencia estadounidense.

Muchos proyectos innovadores en México partieron de una premisa distinta a la actual. Varios de ellos se basaron en referencias foráneas que funcionaron bien cuando el mundo tenía dólares de sobra gracias a una frenética repartición en Estados Unidos.

Allá el gobierno lanzó billones de dólares a la calle, primero para sacar a la gente de la Gran Recesión de 2008 y 2009, provocada por malas apuestas en el sector inmobiliario.

Otra ola de billetes vino con la pandemia que motivó de nuevo al gobierno de ese país a repartir dólares indiscriminadamente, literalmente casa por casa.

Con la inflación disparada, ahora ese mismo gobierno ha puesto reversa al coche y quienes tienen dinero son más cautos. Invierten en valor más que en crecimiento. Lo mismo pasa en México.

“La esencia de la estrategia consiste en saber qué no hacer”, dijo el gurú de la innovación Michael Porter. Esa frase hoy cobra más valor.

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