Parteaguas

Cemex sin Lorenzo Zambrano

En 2021, la empresa regiomontana podría haber visto su mejor año desde 2014, cuando falleció su visionario presidente Lorenzo Zambrano.

Fernando González suele involucrarse en detalles muy precisos cuando se trata de un nuevo producto.

Cuando lanzaron su aplicación que permitiría a sus clientes ver en dónde viene su pedido de revolvedoras como quien espera una pizza, el director general de Cemex gozaba mostrando el funcionamiento, como el niño que enseña un juguete nuevo a sus amigos.

Le tocó lidiar con la caída del precio de la acción y… del gusto de las calificadoras crediticias cuando le retiraron el grado de inversión. Consecuentemente, perdió oportunidades de créditos y de crecimiento.

Pero en 2021, la empresa regiomontana podría haber visto su mejor año desde 2014, cuando falleció su visionario presidente Lorenzo Zambrano.

Ya vale poco más de 9 mil millones de dólares, de acuerdo con su market cap, pero más allá de eso está montada en una ola de ventas apenas detenidas por la volatilidad de la incertidumbre de una pandemia que no termina.

Los analistas siguen esperando mejores datos, pero con base en lo visto en 2021, entre los consultados por Bloomberg no hay uno solo que recomiende deshacerse de las acciones de la empresa con base en Monterrey.

Ve Por Más fue ayer al punto, previo al reporte de resultados que entregará la compañía el 10 de febrero.

Destacó que la demanda continúa fuerte, pero debido a una nueva ola de COVID-19, regresó la volatilidad y disrupciones en las cadenas de suministro, amén de un incremento en inflación y en costos.

“Estimamos que estas complicaciones y algunas no recurrentes causen que la empresa no llegue a su guía de resultados 2021″, expuso el citado grupo financiero.

La semana pasada, Barclays había advertido dificultades, pero siguió recomendando la compra de papeles de la compañía.

Lo más atractivo podría estar en la perspectiva estadounidense. Con todo y los problemas políticos que detienen las ambiciones de la presidencia de Joe Biden, el país vecino espera una ola de inversiones no vistas en décadas, a partir del plan de infraestructura y empleo de la actual administración.

Éste incluye oportunidades en un carril paralelo al cemento.

“La Ley de Inversión en Infraestructura y Empleos se basa en la Ley de Energía de 2020 y proporciona 62 mil millones de dólares para que el Departamento de Energía acelere un impulso innovador de innovación energética”, expuso la Cámara de Comercio de Estados Unidos, recientemente.

“La gran mayoría de estos fondos se dirigen a oficinas programáticas existentes para ampliar la investigación, el desarrollo y la demostración de tecnologías innovadoras clave. Además de la innovación energética, el proyecto de ley realiza importantes inversiones para preservar la generación de electricidad con energía limpia existente, la modernización de la red, la cadena de suministro de energía limpia y la eficiencia energética”, advirtió ese gremio.

El hidrógeno forma parte de los planes de inversión planteados por esa nación.

Volvamos al asunto de Fernando González y de lo cómodo que suele sentirse empujando proyectos de innovación.

Justamente ayer, Cemex informó que su filial de Cemex Ventures invirtió en HiiROC, una startup de producción de hidrógeno limpio, que desarrolló una tecnología que utiliza electrólisis de plasma térmico para convertir biometano, gas residual o gas natural, en hidrógeno a menor costo.

Las franjas entre industrias como la del cemento y la energía se desdibujan en el escenario de constante innovación tecnológica actual.

Cemex, vendedora de un commodity, parece adaptarse para competir en el ámbito más relevante para las naciones en las que participa.

Ahora, bajo la presidencia de Rogelio Zambrano, se dirige a un escenario de innovación con la compra de tecnología, como la de HiiROC, pero también de Jelp, Ipsum, Saalg, Prysmex, StructionSite, Energy Vault, Go For… y otros nombres enlistados con discreción en una cartera de startups. Atentos a lo que de ahí pueda surgir.

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