Entorno Económico

Pemex y el anuncio que no fue

Joel Virgen realiza cinco observaciones relevantes derivadas del anuncio del paquete de apoyo a Pemex, así como su contexto y naturaleza.

Decepcionante. Así fue como muchos calificamos el anuncio del tan esperado paquete de apoyo a Pemex anunciado el pasado viernes. Lo anterior a pesar de la constructiva y estructural relajación de la carga fiscal de la paraestatal. La repuesta de mercado no fue drástica y quizás la respuesta de las calificadoras crediticia no sea precipitada. No obstante, opto por hacer cinco observaciones relevantes derivadas del anuncio, su contexto y naturaleza.

Primero, las altas expectativas respecto al anuncio fueron construidas indirectamente por un compás de espera de casi diez días entre el anuncio hecho a principios de febrero por parte del presidente de la República respecto a la proximidad de un paquete "extraordinario" de apoyo a Pemex y el anuncio oficial hecho el 15 de febrero. En este periodo, fue refrendado y reforzado el objetivo de aligerar la carga impositiva de Pemex por parte del gobierno federal y no fue descartada la complementariedad de una eventual inyección de capital (conferencia de prensa matutina).

Segundo, el flujo de información fue de limitado a sorpresivo en cuestión de días. En el periodo entre anuncios se hicieron al menos un par de publicaciones que imprimieron cierto desconcierto entre algunos analistas y participantes en los mercados. La primera, una carta publicada en la BMV el día 12 de febrero, en la cual la paraestatal justifica el reciente recorte en su calificación crediticia y deslinda las recientes decisiones e implementación de política del actual gobierno de la evaluación que llevó a la calificadora a recortar tal calificación.

La otra publicación se trató de la actualización de la presentación para inversionistas por parte de Pemex, disponible en su sitio aparentemente desde mediados de la semana pasada. En ella se daba cuenta de las medidas recientes en apoyo a Pemex, mismas que terminaron básicamente sin cambio respecto a lo anunciado posteriormente. Para ese entonces las expectativas e incertidumbre respecto a la fecha y contenido del anuncio eran ya altas, por lo que ambas publicaciones citadas fueron recibidas con cierta sorpresa y desconcierto.

Tercero. El anuncio del viernes pasado puede ser concebido como una tercera iteración en la intención de apoyar a la paraestatal petrolera en menos de tres meses. Tomando en cuenta el mayor presupuesto asignado al gasto en inversión de la paraestatal considerado en el Paquete Fiscal 2019, la propuesta de alivio en su régimen fiscal dado a conocer el 28 de enero y el anuncio del viernes (sin mucho adicional), confirmamos, por un lado, la prioridad e importancia manifiesta por parte del nuevo gobierno en Pemex y por otro, la posible insuficiencia percibida de varias de estas medidas.

Cuarto. Tomando en cuenta lo anterior, subrayo un riesgo a considerar. Me preocupa que la estrategia gubernamental, en este y en otros ámbitos, pueda ser percibida como meramente reactiva. Es decir, que se entienda la respuesta de política económica como 'detrás de los eventos' o tardía y que, por lo mismo, se dificulte su efectividad. Sin duda, habría que evitar el surgimiento de un círculo vicioso entre una medida de política tardía y el cumplimiento de una meta que con cada medida tardía se fuera complicando o alejando a cada paso.

Quinto. Por último, creo que las medidas anunciadas no necesariamente levantan el velo de incertidumbre y riesgo crediticio sobre la petrolera y el gobierno mexicano. Si entiendo bien, a las calificadoras no solamente le preocupa el largo antecedente histórico que han llevado al deterioro estructural sino también los lineamientos de política económica y los planes para el sector energético apoyados por la actual administración. Tomando en cuenta lo anterior, y sumándole que muy probablemente la economía muestre desaceleración este año, se antoja todavía complicado el poder descartar posibles eventos adversos de calificación crediticia durante el año.

Considero que se requerirá mucha comunicación, transparencia y aprendizaje acelerado para compensar la percepción de mercado que podría ya incorporar un escenario no muy halagüeño y que podría estar adoptando un enfoque profundamente crítico respecto a las acciones de política recientes y futuras -quizás hasta más crítico que en el pasado.

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