Entorno Económico

México en la convergencia de todos los retos

Desafortunadamente no se vislumbra un escenario favorable para la economía en el corto plazo: hay una probabilidad de 40 por ciento a una recesión.

¿Cuál es el panorama para la economía local para los siguientes meses? Sin duda es una pregunta retadora. Desafortunadamente es difícil apoyar un escenario favorable. La probabilidad asignada por el consenso a una recesión es de 40 por ciento, en mi caso un poco mayor. Sin embargo, es importante entender las fuerzas o factores actualmente en juego. Opto por clasificarlas en cinco grupos y reconocer que sus componentes son eventos de distinta naturaleza, no necesariamente relacionados y cuya resolución podría no presentarse en el corto plazo o de manera simultánea.

Primero, es importante reconocer que retos estructurales tales como la alta dependencia respecto al comercio internacional como motor de crecimiento y la limitada diversificación en cuanto a destinos de exportación es una situación complicada ante lo que ya observamos es una desaceleración industrial-manufacturera en EUA. A lo anterior añadamos el disruptivo clima de proteccionismo global que ya tiene como marco una desaceleración en el intercambio comercial mundial.

Segundo, no es difícil asumir que actualmente tanto la política monetaria como fiscal se encuentran en territorio restrictivo. Tomemos en cuenta que los esfuerzos de consolidación fiscal y de astringencia monetaria (elevada tasa de fondeo en términos reales) dieron comienzo desde la administración anterior, por lo que sus efectos sobre la economía ya se encontrarían presentes.

En este punto conviene observar que el espacio fiscal es reducido y que observamos hasta ahora un firme compromiso de disciplina fiscal y múltiples incertidumbres que afectan el balance de riesgos de la inflación, lo que creo descartaría un ciclo urgente y drástico de recortes en la tasa de política monetaria.

Tercero, una serie de eventos y lineamientos de políticas públicas se han traducido en una alta incertidumbre que afecta las perspectivas de inversión a nivel local. Recordemos, por ejemplo, que en la encuesta de Banxico entre empresarios regionales, la incertidumbre de política interior se ubica con el tercer factor de mayor relevancia como obstáculo para el crecimiento económico (la inseguridad pública es el primero).

Cuarto. A lo anterior agreguemos un fuerte dilema en materia de política pública. Actualmente, el perfil financiero de Pemex continúa mostrando retos estructurales que presionan las expectativas del perfil fiscal en México (si suponemos que el compromiso de apoyo del gobierno federal es indudable) y que podrían derivar en adicionales recortes de calificación crediticia tanto al soberano como a la paraestatal. Entre algunas de las posibles consecuencias de un escenario así, se encontraría un apretamiento en las condiciones financieras locales que a su vez podría incidir negativamente sobre el avance económico local.

Quinto. ¿Qué hay de los espíritus animales? Los indicadores de confianza del productor o percepción de clima de negocios no se encuentran en su mejor momento. Sin embargo, la confianza del consumidor y el optimismo económico reflejado en recientes encuestas de evaluación política muestran una nota positiva. No obstante, desafortunadamente este tipo de indicadores no han probado ser muy efectivos en el pasado adelantando un robusto empuje en el consumo.

En este punto, considero que los riesgos aún no están del lado de observar un avance económico negativo para todo el año, aunque sí claramente por debajo del sendero de crecimiento potencial (de por sí bajo).

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