Moneda en el Aire

La lista de Carlos Urzúa

Varios funcionarios a los que Carlos Urzúa se refirió como no aptos para desempeñar sus funciones se encuentran en la banca de desarrollo y en la Unidad de Inteligencia Financiera.

Por todos ha sido ya comentada la renuncia del primer secretario de Hacienda de esta nueva administración, Carlos Urzúa, y el alto interés que generó por el hecho que no mencionó, al menos públicamente, a quienes se refería en su renuncia, que no eran aptos o bien los personajes que le habían impuesto para trabajar en el sector hacendario.

La renuncia pese a que el ahora secretario diga que se habló con tiempo no fue así, si bien su gente más cercana tenía conocimiento previo, el presidente fue notificado prácticamente al final; pero bueno, a quienes se refirió ayer el presidente López Obrador daba cuenta y confirmaba, era en toda el área de la banca de desarrollo, quienes fueron impuestos por Alfonso Romo y sobre los cuales, pese a que la Secretaría de Hacienda es cabeza de sector, no tenía margen de operación.

En la lista de impuestos estaba también Margarita Ríos del SAT por la cual, como se sabe, tuvieron que modificar los requisitos de ley para poder asumir el cargo.

Otra área que se quejaba Urzúa se le había quitado, ya que incluso la había propuesto a un conocido abogado en temas de prevención de lavado de dinero, fue la Unidad de Inteligencia Financiera, la cual el mismo presidente decidió que le fuera dada a Santiago Nieto con quien mantiene muy buena relación, área importante que también perdió el ahora exfuncionario.

Uno más que formaba parte de esa lista, pero que tenía el doble apoyo tanto de AMLO como de Romo, es el presidente de la CNBV, Adalberto Palma que ha sido cercano al mandatario. En el caso de ellos dos cercanos al círculo mencionan que al menos tienen los perfiles y conocen sus temas, a diferencia de Condusef, en donde el presidente nombró al tabasqueño Oscar Rosado, quien fue tesorero del Distrito Federal con él, y su último puesto era de subdirector de finanzas de la Caja de Previsión de la Policía Auxiliar en la CDMX, ahí la idea que se tenía era continuar, con una mayor proyección, cuidando los intereses de los usuarios de servicios financieros; hasta ahora el perfil del titular ha sido más que bajo y criticado en el círculo hacendario.

Ellos son algunos de los más mencionados entre sus cercanos como 'los impuestos', los que no reúnen el perfil son más, lo que fue generando mayor incomodidad, ya que el margen para operar o decidir en diversas áreas claves se fue reduciendo. ¿Cambios? Quizás algunos, pero serán los menos.

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Y en el otro lado de la moneda, la Sofipo Libertad Servicios Financieros nuevamente en el centro de la atención; en el sexenio pasado, les recordamos, tuvo algunos problemas que obligaron a que las autoridades financieras de esa administración les dieran marcaje personal para que salieran del hoyo financiero en el que estaban. Como se sabe, se incorporó Juan Collado como accionista principal y fue nombrado su presidente. Este miércoles se le dictó prisión preventiva por los próximos meses para continuar el proceso de investigación por lo que presentó su renuncia. Hasta ahora el abogado y los demás involucrados no tienen sus cuentas bloqueadas, sólo desde hace unas semanas se enviaron oficios al sistema financiero para preguntar si tenían cuentas con ellos, pero no descarte que sean bloqueadas o aseguradas en los siguientes días, al menos hasta este miércoles no eran parte de esa 'lista negra' como se ha mencionado.

Lo que no dijo la intermediaria es que retiró ayer la totalidad de los recursos que tenían depositados de algunas de sus cuentas en bancos para pasarlos a otras cuentas, movimiento que generó preocupación en las instituciones que tenían esos recursos, ya que no había sucedido algo así. Ojalá sólo sea sólo un movimiento operativo y nada que regrese el fantasma de un problema. Por lo pronto, las autoridades financieras como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores aseguran que realizan supervisión adecuada y hasta ahora la Sofipo trabaja en solventar observaciones que se le han hecho en meses anteriores, pero afirman que ninguna pone en riesgo la solvencia de la entidad ni la continuidad de sus operaciones, ojalá que así sea. Por lo pronto, la moneda está en el aire.

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