Moneda en el Aire

Falta el apoyo de la banca de desarrollo

Varios de los programas presentados en los Pre-Criterios, principalmente los de Nafin y Bancomext, serían una válvula de escape para empresas que ya tienen créditos con ellos.

Las noticias sobre las perspectivas económicas realizadas por diversas instituciones financieras tanto nacionales como internacionales muestran escenarios más que negativos sobre la economía mexicana, los cuales se diseñan más basados en los datos económicos que se tienen del país y del mundo, donde la combinación de ambos anticipa un escenario muy malo para México.

Por eso, en ese entorno más de uno sintió un ligero respiro, porque aún cuando el domingo el Presidente no presentó un plan económico para ayudar a la economía, existe la esperanza de que los programas para apoyar ante la pandemia del Covid-19 -así fueron ya clasificados y presentados en los Pre-Criterios de 2021- estén en marcha en este año.

Varios de estos programas, principalmente los de Nafin y Bancomext, así como los del sector de la construcción, serían una válvula de escape para empresas que ya tienen créditos con ellos, es decir que ya son sus clientes pero no están teniendo actividad, y el darles como ha hecho la banca comercial un periodo de gracia para pagar, ayudaría a sobrevivir este periodo de cuarentena que se vive.

Mientras eso se define, en todos estos escenarios y propuestas que analiza el gobierno federal, fuentes bien enteradas comentan que dos bandos discuten qué harán con el sistema financiero si la crisis se agrava; primero hay que recordar que ya está en marcha la propuesta de posponer el pago de créditos de cuatro a seis meses que fue hecha por las instituciones financieras, quienes más allá de condonar deudas, se comprometen a no mandar a nadie al Buró de Crédito con un reporte negativo, pero la deuda e intereses siguen corriendo, ya que es algo que se debe. Nos comentan que una de las propuestas del bando 'rudo' es que si el panorama económico se deteriora aún más, nadie sea incluido en el Buró de Crédito con reporte negativo, lo cual de hacerse daría al traste la construcción de este padrón que ha servido hasta ahora para tener más o menos un sistema sano, que otorga créditos con mayor conocimiento para no sobreendeudar a las personas. Otra de las propuestas, nos dicen, en la que incluso participa Alfonso Romo, consiste en que de agravarse el problema los bancos más chicos -aunque hoy cumplen con los requerimientos de capital- pudieran ser adquiridos por otros más grandes para evitar alguna quiebra bancaria.

Y en todo ese entorno, nos recuerdan que al menos un par de bancos que hicieron análisis de riesgo el año pasado, incluyeron escenarios tan catastrofistas como una eventual toma de los bancos populares para ser utilizados por el gobierno, sin llamarlo expropiación, e hicieron un ejercicio si sucediera algo parecido; nos comentan que uno aceptaría en su peor escenario incluso ceder el nombre, pero resguardar datos de clientes, recursos, etcétera, en otra entidad fuera de México, incluso vieron escenarios legales.

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Y en el otro lado de la moneda, una que se andaba perdiendo, con todo el tema de la pandemia del Covid-19, es que la banca recibió una nueva extensión para poner en marcha la apertura de cuentas con datos biométricos, esto tras la aprobación de las autoridades del programa gremial con el cual los bancos tendrán en un futuro su propia base de datos de biométricos; desde luego que atender la pandemia es prioridad y en ella también la toma de huellas dactilares ya es un tema que se comenta al tener que compartirse el lector, los cuales sin duda tendrían que ser sanitizados de forma adecuada. Tener datos biométricos de los clientes para evitar el robo de identidad será una medida que seguirá teniendo un lento, muy lento avance. Por lo pronto, la moneda está en el aire.

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