Moneda en el Aire

Dimes y más diretes en el tema de pensiones

La reforma al sistema de pensiones que todos sueñan es una en donde al momento de llegar a ese derecho se pueda tener una vejez sin preocupaciones.

Desde hace años y mucho más en este, cuando se acerca la fecha para que reciban su pensión los primeros mexicanos bajo el nuevo modelo de las Afore, el tema sobre la necesidad de concretar una reforma al sistema pensionario actual es algo que se sabe que es necesario hacer y se debe realizar lo más pronto posible.

Sin embargo, en ese aspecto como en otros temas, también desde las anteriores administraciones y en la actual, la discusión de repente parece más de arrebatos y momentos que de un análisis de verdadera urgencia en donde se asuman costos políticos y se trabaje en encaminar y mejorar el actual sistema de pensiones, incrementando de entrada lo que se aporta actualmente de forma obligatoria, esto por el bien de millones de mexicanos que el día de mañana que se pensionen tengan recursos para vivir su vejez de manera digna.

Ideas, propuestas, proyectos van y vienen, y si bien es una discusión que debe nutrirse de todas las visiones y opiniones, algunas generan más ruido y preocupaciones que ayuda, sólo hay que ver las de algunos legisladores que incluso el titular de la Consar, Abraham Vela ha criticado, aunque él también a veces ha quedado en el centro de las discusiones, sólo hay que echar un ojo al último análisis que lanzó donde tocó muchos temas, tantos que algunos no fueron entendidos del todo y tuvo que aclarar algunos de los puntos.

La reforma al sistema de pensiones que todos sueñan es una en donde al momento de llegar a ese derecho se pueda tener una vejez sin preocupaciones, pero para ello se requiere que todos sin excepción, entiendan los retos e implicaciones en términos socioeconómicos y de finanzas públicas de una reforma de este tipo y se deje de lado la política.

Se debe recordar que el SAR es un sistema público que administra 66 millones de cuentas individuales y cuatro billones de pesos que representan ya 16 por ciento del PIB, pero de esas cuentas no todas tendrán acceso a una pensión.

El sistema de cuentas individuales si bien puede ser objeto de muchas críticas, no debe perderse de vista que un trabajador que ahorró en una Afore recibirá 50 veces sus aportaciones individuales a los 65 años, independientemente de si tiene derecho o no a una pensión y ese rendimiento no lo recibe en ningún otro instrumento; que puede aumentarse el monto sin duda, que será insuficiente si no se ahorra más, también lo es, pero eso no significa que la forma en cómo se ha administrado lo que se ahorra en las Afore sea errónea, y eso pocas veces se reconoce.

Y en este tema también no faltan las moneditas, dicen los que saben que otro de los objetivos detrás de discutir una reforma a las Afore es que aunque no lo crean, Carlos Noriega, actual titular de Seguros, Pensiones y Seguridad Social de la SHCP y cabeza de ese sector, lo que sueña es precisamente encabezar el eventual Instituto Nacional de Pensiones, en otras palabras, tener bajo su mando la integración y manejo de ese organismo, lo cual en realidad se ve complicado su diseño y operación, pero quizá no su creación, ya veremos que dice el futuro de esto. Por lo pronto, la moneda está en el aire.

COLUMNAS ANTERIORES

México, más vigilado por EU
Preguntas para las candidatas de cara al debate

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.