Moneda en el Aire

Cofece, en el ojo del huracán

Los resultados de la investigación por colusión en el mercado secundario de bonos gubernamentales que duró varios años llegaron en el peor momento.

La resolución de la investigación que hizo la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) llegó en un momento nada bueno para ellos, luego de que la Cofece, vía su presidenta Alejandra Palacios, llamó cártel en una columna a los traders y bancos que fueron encontrados culpables de colusión en el mercado secundario de bonos gubernamentales, y luego el Senado los llamó a ellos 'cómplices' del cártel de los bancos.

Sin duda, los resultados de esa investigación que duró varios años llegaron en el peor momento, porque con nadie queda bien. Ni con los legisladores que se quejaron de que las multas eran muy bajas -e incluso no descartemos que la pesquisa haya costado la mitad de lo que en teoría pagarán de multas si se suman sueldos e investigaciones-, ni con otros participantes que consideran debieron juzgar a más personas, ni con las otras autoridades por el tono de las declaraciones de la entidad.

A favor de la Cofece están las multas que fueron acordes al daño que se calculó y que da seguridad a todos los participantes del mercado que son investigados y que reciben una sanción, de que son aplicadas con una metodología establecida.

Sin embargo, en el sector financiero hay la impresión, tanto de participantes como de las autoridades que las supervisan, de que no son santo de su devoción y que existe una animadversión real contra ellos por parte de la Cofece.

Las opiniones vertidas en una columna del diario Reforma de la comisionada presidenta no cayeron nada bien, porque pareciera que para resaltar la autonomía de la Cofece optó por poner en duda el trabajo de sus colegas reguladores y supervisores.

Lo curioso es que si se revisan las sanciones que hizo la CNBV en el pasado, el criterio con el que sancionó la Cofece es muy parecido al del regulador bancario; en ambos casos se concluyó al final de cuentas que sí existió una coordinación entre los traders, pero no afectó de forma grave al mercado y ambos organismos sancionaron a bancos y particulares; la diferencia es que uno lo hizo muy rápido y el otro tardó el doble de tiempo.

Varios directivos del sector financiero opinaron que la Cofece se "quedó corta y perdió una oportunidad de oro" para demostrar que es una entidad importante, y el ruido que generó al inicio de la investigación en el mercado, que afectó la imagen y operaciones en su momento, no reveló al final una colusión o conspiraciones de las instituciones, como se pensó al momento de sus anuncios.

Para dos de los directores de los bancos sancionados, BBVA de Eduardo Osuna y Raúl Martínez de Barclay, si bien hay conclusiones en las que no están de acuerdo y cada institución decidirá qué hacer, consideran que la investigación fue profunda y bien hecha, pero rechazan tajantes que haya habido colusión institucional.

Quizás, aunque se niegue a ello la Cofece (la ley así se lo impide), se requiera para otras investigaciones y con el afán de reducir costos y tiempo intercambiar experiencias con otros reguladores y trabajar de forma colaborativa que beneficie a todos, consumidores, participantes y al erario.

* * *

Y en el otro lado de la moneda, fue confirmada la convención bancaria semipresencial el próximo 11 y 12 de marzo; solo estarán 70 personas en el Club de Banqueros, ocho en el presidium en la inauguración y toma de posesión del nuevo presidente que será Daniel Becker de Mifel, y ponencias virtuales.

Las convenciones virtuales llegaron para quedarse, ya veremos si supera lo hecho hasta ahora por la Amafore en su encuentro digital, que reunió a personas de 37 países, hubo más de 13 mil 600 personas registradas y en un solo día más de 130 mil personas visitaron el sitio. Por lo pronto, la moneda está en el aire y nos leemos el sábado.

COLUMNAS ANTERIORES

Más regios buscan ser banqueros
Tres cambios de control de bancos en marcha

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.