La Nota Dura

Todos lo sabían

La historia apenas comienza, partamos con la máxima de que no se mueve la hoja de un contrato sin la autorización del presidente.

En los últimos días, los medios han basado todo el alegato de Rosario Robles en si el expresidente Enrique Peña Nieto y el exsecretario de Desarrollo Social, José Antonio Meade, sabían o no de las irregularidades en materia presupuestal en más de 11 dependencias, incluidas las secretarías de Desarrollo Social (Sedesol) y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu). Los abogados de Robles reclaman una mala interpretación del juez de Control, Felipe de Jesús Delgadillo, al señalar que su cliente supuestamente dijo que había informado a Peña Nieto, a través del teléfono rojo, y a Meade, en la entrega/recepción de la secretaría, de las irregularidades señaladas en el reportaje 'La Estafa Maestra' (LEM). Recordemos que este trabajo periodístico es el análisis e investigación en campo de las cuentas de la Auditoría Superior de la Federación y del desvío detectado en el Presupuesto de estas dependencias. Cuando se publicó LEM, el auditor en aquel momento, Juan Manuel Portal, calificó como "claro acto de corrupción" y afirmó que "sí, es un fraude" el mecanismo utilizado por estas secretarías para desaparecer dinero del erario con nebulosos convenios con universidades públicas estatales.

Hoy vuelve a alzar la voz el auditor, ayer en entrevista radiofónica en Así las Cosas, de W Radio, habló sobre si la exsecretaria había sido informada de las irregularidades: "En diversas ocasiones fue informada y en varias ocasiones lo hice personalmente yo (…) para ponerlo más claramente los informes que hacía la ASF eran públicos, cuando se presentaban había una gran difusión de los resultados durante varias semanas, esta información es pública, de esta manera Mexicanos contra la Corrupción y Animal Político supieron de estos asuntos. Todos los servidores públicos de Sedesol, Sedatu sabían así que independientemente que lo haya hecho yo personalmente con la secretaria (Robles) o personalmente con el presidente, ellos estaban enterados a través de los informes". Insistimos en la entrevista: ¿Sí le informó personalmente al presidente Peña Nieto? "Sí, personalmente, sí sabía, claro (…) eso de que 'no lo sabía', si es público no los exime".

Todos lo sabían, las irregularidades eran un aceitado sistema de desvíos avalados por todas las esferas de gobierno, desde el presidente hasta el que falsificaba las firmas en un edificio de la Ciudad de México. Seguramente a nadie le sorprendió el reportaje LEM, les extrañó, tal vez, que no hubiera salido antes, pero tenían todo bajo control, el manto de impunidad los cubriría, la gente se indignaría y pasaría a segundo plano a la llegada de otro escándalo peor.

La Fiscalía General de la República de este sexenio tiene otros planes. Alejandro Gertz Manero señaló que sus dos prioridades serían el esclarecimiento y seguimiento de los expedientes del caso Odebrecht y LEM. Santiago Nieto, responsable de la Unidad de Inteligencia Financiera, también ha declarado que haría seguimiento puntual de estos casos de corrupción.

La historia apenas comienza, partamos con la máxima de que no se mueve la hoja de un contrato sin la autorización del presidente; y de ahí para abajo, el reportaje exhibe que hay una red de funcionarios que hicieron posible el desvío. El exauditor confirma que Robles, Peña y Meade sabían, ¿qué piezas faltan? La de la voluntad y la de un expediente impecablemente armado.

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