La Nota Dura

¿Quién es quién en las pruebas Covid-19?

Sin embargo, lo que más nos llamó la atención fue la diferencia de precios, que van de los mil 300 a 5 mil 700 pesos, comenta Javier Risco.

Gran parte del fin de semana lo ocupamos en buscar un lugar que realizara la prueba PCR de Covid-19. Hay que recordar que estas son las únicas pruebas avaladas y recomendadas oficialmente en nuestro país para diagnosticar efectivamente una infección activa de coronavirus. De esta experiencia, varios resultados: al menos en la Ciudad de México sí hay disponibilidad de la prueba en laboratorios públicos y privados, en todos es con previa cita y se puede solicitar vía telefónica o por internet. A principios de mayo, algunos privados realizaban las pruebas a domicilio, pero ya no prestan el servicio. Los resultados, dependiendo de la demanda, los recibes vía correo electrónico de tres a cinco días, y en algunos Centros de Salud de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México se tardan un poco más, entre seis y siete días.

Sin embargo, lo que más nos llamó la atención fue la diferencia de precios, que van de los mil 300 a 5 mil 700 pesos. En otros estados han denunciado a través de redes sociales que la prueba PCR llegó a costar hace algunas semanas hasta 10 mil pesos. Ayer en el programa Así las Cosas, de W Radio, le preguntamos directamente al subsecretario de Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, cuál es el precio de una prueba: "el costo de operación de una prueba PCR es de aproximadamente mil 600 pesos, todo lo demás es la ganancia o la especulación comerciales que hacen los laboratorios privados, no hay duda, esa es la respuesta".

Dada la emergencia sanitaria, no estaría mal un ejercicio como el que se hace con el precio de la gasolina todos los lunes, desde Palacio Nacional, llamado ¿Quién es quién en las pruebas de Covid-19? (a propuesta expresa de mi colega Gabriela Warkentin). Entendemos cómo funciona el mercado, pero la diferencia no puede ser tan distinta, de mil 300 a 6 mil, de acuerdo con el laboratorio. Además, urge alertar a la gente de la cantidad de fraudes tanto en pruebas como en 'remedios' que existen en redes sociales. Se nos ha repetido hasta el cansancio que ésta será una pandemia larga en nuestro país. La llegada masiva de una vacuna no será hasta dentro de un año, de acuerdo con los pronósticos más optimistas, así que la solicitud de pruebas con la llegada de la época de influenza entre octubre y marzo seguramente aumentará, ojalá se piense en los bolsillos de los mexicanos, y se logre homologar el costo de la prueba a nivel privado. También vale la pena señalar que los quioscos de la Secretaría de Salud en la CDMX que están instalados en las colonias de mayor contagio han sido muy socorridos y efectivos, y ahí las pruebas son sin costo.

El reporte más reciente de contagios de Covid-19 marca 485 mil 836 acumulados y 53 mil 3 muertes. El subsecretario López-Gatell ya no se anima a dar proyecciones de números de muertos para los próximos meses. El 4 de junio señalaba que, "en un escenario catastrófico", en México se registrarían 60 mil muertes, a este ritmo estamos a algunos días de llegar a esa cifra. Desde su lectura lo catastrófico hubiera sido que los hospitales estuvieran desbordados y la falta de camas; en nuestro país no ha sucedido eso, porque la gente no está muriendo en los hospitales, sin embargo, la cifra es escandalosa por donde se le vea, al grado que estamos por llegar al top 10 de países con mayor número de muertes por millón de habitantes.

No hay luz al final del túnel aún, las autoridades insisten que hay una leve desaceleración de la epidemia, sin embargo, las proyecciones de distintas universidades estadounidenses sitúan poco más de cien mil muertes para inicios de diciembre en nuestro país. Se pone a andar la 'fase 2' de la estrategia nacional. ¿Qué logrará este nuevo rumbo en el plan contra el Covid-19? La respuesta la tendremos pronto, los responsables serán los mismos.

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