La Nota Dura

Primera llamada

Será hasta enero, cuando salga la primera generación de jóvenes construyendo el futuro, donde sabremos si realmente están preparados para dar el salto al mundo laboral.

Es un primer aviso, un foco rojo, o una llamada de atención, como usted lo quiera ver. Nadie quiere que fracase este gobierno y mucho menos que el futuro de cientos de miles de jóvenes sea afectado. Dicho esto, el reportaje de la periodista Karina Suárez, en el diario El País es por lo menos preocupante. En el trabajo periodístico se señala que a menos de seis meses de su puesta en marcha, el programa laboral Jóvenes Construyendo el Futuro, del gobierno en curso, acumula al menos cinco mil quejas ante la Secretaría del Trabajo. Así es como la estrategia que promueve el inicio de una vida laboral para jóvenes entre 18 y 29 años a cambio de una beca mensual de 3 mil 600 pesos, empieza a tener grietas e historias que no están llegando a buen fin, experiencias que en menos de 90 días han sido un fracaso.

En el reportaje publicado ayer se rescatan voces como la de Denisse Vásquez, de 27 años, la cual entró a una consultora de seguridad con la promesa de una "tutoría de excelencia"; esta "tutoría" se convirtió en cursos que le cuestan a ella 800 pesos y que no incluyen materiales; la joven concluye con una simple frase: "hay mucha corrupción". También está la historia de Michel Chávez, quien entró a una compañía a dar cursos de finanzas e idiomas, pero era tal la precariedad de la empresa, que no tuvo nunca un lugar de trabajo ni equipo para enseñar, y ahora se encuentra buscando otro trabajo. Hay otros casos donde las empresas presentan un atraso de pago de beca, tres meses con puras promesas.

En el gobierno no han sido omisos a todas estas quejas, saben de la falta de responsabilidad de algunos de los más de 157 mil centros de trabajo vinculados y, hasta el momento, la dependencia federal ha separado a más de 300 empresas que no cumplieron con las reglas del proyecto de gobierno. ¿Ha sido suficiente?, si hay cinco mil quejas hasta el momento, yo creo que no. En las próximas semanas se tiene planeado visitar dos mil compañías adscritas al programa, ¿es suficiente?, del universo total de casi 160 mil, parece que el gobierno otra vez se queda corto.

Aún en esta etapa en la que se le concede el desarrollo y aplicación del programa, el gobierno está a tiempo de solucionar estos problemas que muestran una estrategia improvisada. Será hasta enero, cuando salga la primera generación de jóvenes construyendo el futuro, donde sabremos si realmente están preparados para dar el salto al mundo laboral o si encontramos más decepcionados que jóvenes motivados. La apuesta más importante del proyecto obradorista en su visión de futuro empieza a dar dolores de cabeza. Que ésta se convierta en una primera llamada para corregir el abuso de empresas, la poca capacitación de los tutores, y una cercanía mayor con los dos millones 300 mil jóvenes que sostendrán el futuro político del Presidente.

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