La Nota Dura

Los excluidos

La guía ética evidencia la invisibilidad de las personas con discapacidad para este gobierno, que cree que con ayuda económica es suficiente para caminar hacia una sociedad igualitaria.

La semana pasada el gobierno federal presentó la Guía Ética para la Transformación de México. Cito la ambiciosa introducción del texto: "(la guía) ofrece los principios y valores generalmente considerados como positivos para la construcción de una vida y una sociedad mejores, para promover soluciones moralmente aceptables cuando entran en conflicto los fines particulares y los fines colectivos, y para incrementar el bienestar físico, psicológico, emocional, espiritual, político, social, económico y ambiental de los mexicanos". Aunque los propios autores han señalado que no se trata de un texto definitivo, que la ambición de la guía sea la "construcción de una vida y una sociedad mejores", hace que sea increíble el hecho de que no hayan sido incluidas las personas con discapacidad. De acuerdo con la propia publicación, la guía ética fue trabajada por Enrique Galván Ochoa, Pedro Miguel, José Agustín Ortiz Pinchetti, Jesús Ramírez, Margarita Valdés y Verónica Velasco, en conjunto con cientos de personas en colectivas, foros y consultas. En ese mar de cabezas y voces no hubo una sola que se detuviera en la preocupación que la periodista Katia D'Artigues señaló el fin de semana a través de sus redes sociales, donde se hace referencia a las personas con discapacidad.

La preocupación de la fundadora de la organización Yo También descansa en el punto 16, de una lista de 20 en total, cuando se hace referencia al trabajo. El título es: "No hay mayor satisfacción que tener trabajo y disfrutarlo", y aunque en principio señala que "es universal como derecho", las siguientes líneas se alejan de cualquier texto hecho en los últimos 50 años. Continúa la cita: "es universal como derecho y como un deber del que quedan excluidos menores de edad, adultos mayores y personas con alguna discapacidad. Del más humilde al más prestigioso, el trabajo articula a los humanos en sociedad".

¿De verdad se excluye a personas con discapacidad? En esta columna hemos dado voz a organizaciones que llevan años luchando por la equidad laboral, por hacer valer el artículo 1 de la Constitución: "todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte"; el 27, que establece que las personas con discapacidad tienen derecho a trabajar, en igualdad de condiciones que las demás, y esto incluye el derecho a tener la oportunidad de ganarse la vida por medio de un trabajo elegido libremente y en un entorno laboral abierto, inclusivo y accesible; el artículo 123, donde dice que toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil, y, por último, en La Ley Federal del Trabajo, en sus artículos 4 y 5, donde se señala que ninguna persona se le puede impedir que se dedique a la profesión, industria, comercio o trabajo que le acomode, siendo lícitos. Todos podemos entender que se trata de un documento debatible, que no se trata de una guía definitiva y que están abiertos al diálogo. El problema es que hoy ya han sido impresos ocho millones de folletos, el problema es que nadie del gobierno federal se haya detenido en esta exclusión. Lo único que se evidencia es la invisibilidad de millones de personas con discapacidad para este gobierno, que cree que con ayuda económica es suficiente para caminar hacia una sociedad con las mismas oportunidades.

Ven hacia abajo a las personas con discapacidad, ignoran su invaluable esfuerzo y trabajo, y eso no es cuestión de perspectivas, sino de discriminación. La guía con ese error no puede ser distribuida en los hogares mexicanos.

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