La Nota Dura

'Fifís' de 'moral difícil'

Las amenazas han llevado a la Policía Federal a radicalizarse; la nebulosa donde se encuentra la Guardia Nacional abona al desconcierto de sus propios miembros.

Es una bola de nieve que viene rodando desde hace meses.

"Vamos a actualizar los mecanismos de certificación sobre la base de los avances tecnológicos. Vamos a hacer una separación obvia entre el crimen uniformado y aquellos integrantes de las policías que tengan interés auténtico en servir a la sociedad; no habrá crimen uniformado, eso se los podemos asegurar". Alfonso Durazo, 11 de julio 2018.

"Lo que vamos a hacer con la Policía Federal es consolidarla, un programa de consolidación, es una buena institución, pero imagino, dado el abandono administrativo en el que se ha encontrado, que está con una moral difícil". Alfonso Durazo, 12 de julio 2018.

"La policía federal está en proceso de descomposición". Alfonso Durazo, 14 de noviembre 2018.

"Estimamos que en tres años tendremos operación óptima, y para ello se están reclutando 50 mil nuevos elementos; no podemos echar mano de la Policía Federal en su conjunto porque los niveles de corrupción son altos". Alfonso Durazo, 15 de noviembre 2018.

"Este tipo de policías estaban acostumbrados a estar en el Holiday Inn y comer en bufet, entonces no, aquí es otra condición, es una cuarta transformación (…) Tienen las mismas condiciones que tienen las Fuerzas Armadas. Entonces, si hubiese habido una respuesta positiva de la Policía Federal cuando estaba integrada, no tuviéramos estos problemas. Eran fifís y quieren seguir como fifís". Francisco Garduño, 21 de junio 2019.

La Policía Federal ha sido despreciada desde el discurso, desde la época del gobierno de transición se les ha llamado "crimen uniformado", policías con "una moral difícil", de "tener niveles de corrupción altos", y más recientemente "fifís" por exigir condiciones dignas para trabajar. Era un vaso que estaba por derramarse y ayer sucedió. Se reportó desde temprano que policías federales protestaron en las calles de la Ciudad de México para evitar su traspaso a la Guardia Nacional, y hoy amanecen en paro: "Ante la situación que prevalece se convoca a que se sumen al paro nacional que se realiza a el día de mañana, 4 de julio, a las 09:00 horas. Se invita a que desde cualquiera de sus respectivas bases y servicios a no salir a realizar patrullaje, servicio administrativo o cualquier servicio inherente a la Policía Federal, ya que cada uno apoyando desde su trinchera podrá colaborar a esta noble causa en manera de protesta", así lo publicaron desde distintas redes sociales de varios de sus elementos.

La protesta ayer se desplegó en el centro de mando en la capital, las exigencias son de carácter salarial, el temor de perder bonos y prestaciones que reciben y seguridad social. La respuesta del gobierno vino a través de un video del presidente, les ha dicho que su protesta "no es una causa justa" y no sólo eso, que él identifica "mano negra en el asunto". También aclaró que no perderán ninguno su empleo o alguna prestación. ¿Cómo confiar en estas palabras del presidente cuando se ha repetido hasta el cansancio la incapacidad de esta policía y se ha apostado por una militarización del país? ¿Cómo darles la certeza de que mantendrán su empleo si el propio presidente cree que no persiguen una "causa justa"? Las amenazas los han llevado a radicalizarse, la nebulosa donde se encuentra la Guardia Nacional abona al desconcierto de sus propios miembros, y el discurso de desprecio de los últimos meses los ha obligado a detenerse. Empieza una Guardia Nacional mocha.

COLUMNAS ANTERIORES

‘La vocera’
¿Dejó de confiar?

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.