La Nota Dura

El salvavidas

Delegar. Cuánto le cuesta al presidente llevar a cabo esta acción. Lo hace cuando se trata de ornamento o cuando sabe que la situación lo supera.

Delegar. Cuánto le cuesta al Presidente llevar a cabo esta acción. Lo hace cuando se trata de ornamento o cuando sabe que la situación lo supera. Cuando hablo de ornamento me refiero a hechos simples y efímeros, organización de sorteos con cachitos de lotería, desfiles y festividades patrias, hechos poco trascendentes en su proyecto de nación; el segundo caso es cuando ve la ola que lo supera por varios metros y pide el salvavidas, no recuerdo tantos ejemplos en estos primeros 19 meses pero vienen a mi mente dos evidentes, la crisis arancelaria con Estados Unidos, delegada de principio a fin al canciller Marcelo Ebrard, y por supuesto el tratamiento y comunicación de la pandemia de Covid-19, delegada al subsecretario de Prevención de la Salud, de la Secretaría de Salud, el doctor Hugo López-Gatell.

López Obrador nunca imaginó lo que sucedería en el mes 17 de su gobierno con la llegada del coronavirus, un sismo que derrumbó expectativas y que lo pone en una situación crítica. Todos los especialistas económicos coinciden, viene un golpe brutal, una caída de la cual nos recuperaremos si todo sale bien en 2023; no sólo eso, la herida profunda de las decenas de miles de muertos dejará el ánimo social por los suelos. Con esta crisis sanitaria se abren decenas de frentes que rebasarán a un solo hombre, el Presidente tendrá que aprender a delegar, a apoyarse en su gabinete, a ponerlos a prueba y a hacerlos responsables de su propia reconstrucción –salud, turismo, trabajo, economía, educación, todos.

Aún nadie sabe en el mundo qué funcionará para recuperar la 'normalidad', ayer leía un interesante texto publicado en El País sobre la estrategia del gobierno italiano para esta época de recuperación. El reportaje titulado 'El hombre que diseña la Italia pospandemia' nos cuenta la historia de Vittorio Colao, un exconsejero delegado de una multinacional de comunicación, encargado de diseñar el plan de reconstrucción para la salida de la crisis. El texto del periodista Daniel Verdú, señala que Colao entregó el lunes pasado un documento con 102 ideas a discutir entre actores políticos y sociales para salir de la crisis, "de las 102 ideas, me contentaré con que el gobierno haga suyas al menos unas 40. Para mí el capítulo fundamental es el de las empresas y el trabajo: son los nodos más difíciles de superar. Y si no se hace, el país no podrá volver a ponerse en marcha", señaló Colao en una entrevista a un diario nacional.

Su figura es interesante porque, aunque se plantean varias hipótesis de su llegada, la que más se sustenta es la invitación directa por parte del primer ministro italiano, Giuseppe Conte, después de leer un texto del propio Colao. ¿Por qué llega? Porque el cálculo político italiano es que después de la crisis de Covid-19 NO hay gobierno que sostenga su popularidad y su fuerza, ante un gobierno debilitado, la necesidad de otros actores.

Ayer, en mis redes sociales planteaba la pregunta de si en México sucederá algo parecido, muchos contestaron lo evidente, "no somos Italia, somos distintos"; otros mencionaron algunos nombres, el más repetido, el de Marcelo Ebrard; y por último, otro importante número señaló que será el propio presidente López Obrador el que se echará al hombro el país. Yo creo que lo supera, pensar en un actor externo, como un empresario, es IMPENSABLE, se cancela esta opción en este país. ¿Alguien del gabinete? Podría ser, otra figura con el mismo ímpetu de López-Gatell –el cual terminará muy desgastado física, emocional y políticamente al terminar la primera ola de esta pandemia–, pero ahora con la capacidad de coordinar los esfuerzos de reconstrucción. No puede solo el Presidente, mientras debe recuperar los empleos, el sistema de salud y la economía, debe atender la inseguridad, cuidar el desarrollo de un tren, un aeropuerto, las elecciones intermedias, la revocación de mandato y lo que se acumule ¿Quién será el salvavidas del sexenio de López Obrador? ¿Llegará el encargo o, como lo ha hecho en toda su vida, tratará de escalar en solitario?

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