La Nota Dura

El mecanismo

El mil veces repetido mecanismo contra López Obrador desde una cúpula todopoderosa resultó cierto; miopes de una realidad que los rebasaba, no pudieron esta ocasión.

Durante años lo dijo. De hecho, no se cansó de decirlo. En cada mitin repetía la misma cantaleta: "hay una mafia del poder, empresarios que no quieren que llegue a la silla, un aparato bien aceitado que nos quiere bloquear, no nos dejaremos".

Este año se cumplen 15 años de que repite esa historia; por ahí de 2004 empezó a sonar en los círculos más altos de poder la posibilidad de que Andrés Manuel López Obrador llegara a Los Pinos, no tardaron en llamarle "Un peligro para México", a muchos los convenció el eslogan, lo creyeron y las consecuencias fueron su primera derrota. No se dio por vencido, cerró Reforma, muchos calificaron este hecho como su gran error, como la confirmación de que efectivamente era "un peligro para México". Para él fue la válvula de escape para evitar una guerra civil –así lo ha dicho en varias entrevistas–, ahí sobre una de las avenidas más importantes del país repetía: "hubo empresarios que no querían que llegáramos al poder, la mafia del poder, no nos dejaremos".

Inició un recorrido por todo el país, decidió conocer cada esquina de México y en enero de 2007 el tabasqueño que ya no juntaba a más de 15 personas en un mitin, fue agarrando fuerza, lentamente y en cada plaza lo volvía a decir: "Hay un movimiento financiado por los de arriba, no nos quieren dejar llegar, pero lo vamos a lograr no nos detendremos".

En cada entrevista de radio, televisión y prensa escrita insistía en esa nebulosa y desconocida mafia, los más ricos de México no querían que fuera presidente, un grupo de empresarios que financiaban campañas negras en su contra.

"Vaya locura de López Obrador". "No por repetirlo mil veces es la verdad". "Sueña con guerra sucia, cuando sólo es un político fracasado". "No hay ningún mecanismo en su contra". Cuántas veces escuchamos estas últimas frases en la última década, cuántas veces oímos una discusión en la mesa familiar diciendo que López Obrador no tenía ningún otro argumento para su derrota más que "la guerra sucia de un grupo de empresarios, ya chole con lo mismo".

Muchos preferían que se fuera a su rancho, a 'La Chingada', pero no, la tercera fue la vencida y ganó de manera contundente.

A pesar de que nunca tuvo una ventaja en las encuestas menor a 20 puntos, insistía: "se siguen haciendo campañas contra mí, no nos detendrán esta vez, ya ganamos". Muchos pensaban que ya rayaba en la locura –otra vez–, ¿qué mafia? ¿De verdad otra vez empresarios impidiendo su triunfo? Sonaba ridículo y más después de ver el resultado.

Pero parece que el tiempo le dio la razón y todo era verdad. De acuerdo al testimonio de Ricardo Sevilla Gutiérrez, un editor, profesor y traductor que dice que trabajó activamente, desde 2016, en una campaña con el único objetivo de descarrilar la tercera candidatura presidencial de AMLO.

Sevilla exhibe una maquinaria financiada por diversos empresarios como Francisco Agustín Coppel (director general y presidente de grupo Coppel), Alejandro Ramírez (director general de Cinepolis) y Germán Larrea (presidente del consejo de Administración de Grupo Modelo), coordinada por el escritor Enrique Krauze y Fernando García Ramírez. A través de distintos mensajes, fotografías y correos electrónicos Sevilla Gutiérrez exhibe los objetivos de esta campaña en contra del tabasqueño, un organigrama de personajes cercanos para debilitarlos, videos con el objetivo de hacer creer que López Obrador transformaría a México en Venezuela, y recuperar audios para dejar en ridículo al candidato de Morena.

En los últimos días se ha argumentado que estos ciudadanos sólo han ejercido su "libertad de expresión"; sin embargo, el objetivo no sólo era, a través de hechos, exponer las contradicciones de un candidato, sino manipular a través del miedo y mentiras la figura de López Obrador.

Hay guerras sucias que no son ilegales, ésta es una de ellas; hablaba ayer con un especialista en temas electorales, insistió que la única manera de que esta trama termine en un tribunal es si se logra comprobar la injerencia de otro partido en este mecanismo, si se hace la conexión con la campaña de Anaya o Meade, podría convertirse en una ilegalidad.

El mil veces repetido mecanismo contra López Obrador desde una cúpula todopoderosa resultó cierto, miopes de una realidad que los rebasaba no pudieron esta ocasión, queda en el aire saber si 15 años atrás se inició esta operación que muchos calificaron como alucinaciones de un tabasqueño obsesionado por el poder.

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