La Nota Dura

Ábaco y voluntad

El presidente otra vez se siente decepcionado de esos servidores públicos que evitan a toda costa transformar este país con un ábaco y voluntad.

En esta columna hemos señalado hasta el cansancio los delirios y ocurrencias presidenciales por su sobreexposición ante las cámaras. Alguien que habla todos los días AL MENOS dos horas frente a decenas de medios está condenado a resbalar tarde o temprano. Alguna palabra mal pronunciada, una improvisación que no sale nada bien, el desconocimiento de una infinidad de temas y ocurrencias para llenar de declaraciones la mañanera desde Palacio Nacional. El problema es que cada vez son más frecuentes los sinsentidos que divierten y que muchos no creemos hasta escuchar la declaración de viva voz.

Es por eso que ocupo este espacio para dejar constancia de esta declaración que realmente raya en lo ridículo y que abona a repetirnos la frase: "en qué está pensando el Presidente cuando dice algo así". El contexto es importante. De acuerdo con una nota firmada por la periodista Lidia Arista, en Expansión, "Trabajadores de la Secretaría de Economía (SE) denuncian que al 75% de los empleados se les retirarán los equipos de cómputo, por lo que para cumplir con su función tienen dos opciones: ocupar su computadora personal o pagar 4,000 pesos para mantener su equipo y seguir laborando". La periodista cita un oficio emitido por la Unidad de Administración y Finanzas Dirección General de Tecnologías de la Información, donde se informó de la aplicación de la medida a partir del 1 de julio.

La medida afectaba a dos mil empleados de la secretaría, por lo que llegó a la mañanera de la mano de la propia periodista de Expansión. ¿Qué va a pasar con esta medida de austeridad en una de las secretarías más importantes del gabinete? La respuesta del Presidente es para enmarcar: "Imagínese lo que hacían los que lucharon en otros tiempos por la libertad, por la justicia, por la democracia, por la soberanía. ¿Qué estaban esperando que tuvieran sus computadoras para luchar, para transformar? Yo creo que son instrumentos y que son importantes, pero no es eso (…) hay manera, hay forma de resolverlo, si lo que sobraban eran computadoras, que se compartan más los instrumentos de trabajo". Mientras transcribo su respuesta no me queda otra que reírme y permanecer incrédulo a la respuesta. A veces pienso que se burla de nosotros, de la prensa, así, en nuestra cara. Decir que los héroes que nos dieron patria no usaban computadoras, perdón, pero nos deja en un callejón sin salida de soltar la carcajada. ¿De verdad pensará eso el Presidente? ¿En qué realidad vive? O, de plano, ya se toma todo a manera de chiste y nosotros todavía lo tomamos en serio. Es una pregunta que seguramente se hace la fuente todos los días.

Si es legítima la respuesta no quiero pensar cuándo fue la última vez que el Presidente prendió una computadora y para qué la usó; sin embargo, no lo juzgo, tal vez no necesite una computadora para gobernar un país, todo se lo presentan en papel y en una pantalla, él dice lo que piensa, da la orden y se ejecuta. Pero tan sólo poner sobre la mesa que la lucha digna "por la libertad, la justicia, la democracia y la soberanía" en México se hizo con lápiz y papel es ridículo y divertido.

En fin, empezamos la semana con otra ocurrencia. De acuerdo con una nota del periodista Claudio Ochoa, en LatinUs, la Secretaría de Economía señaló que "continuará proporcionando el equipo de cómputo necesario para los trabajos ejecutados por los servidores públicos de la SE". Muy mal, al Presidente no le gusta esto y otra vez se siente decepcionado de esos servidores públicos que evitan a toda costa transformar este país con un ábaco y voluntad.

COLUMNAS ANTERIORES

‘La vocera’
¿Dejó de confiar?

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.