Escribo esta columna desde el World Mobile Congress, evento anual en Barcelona. La ciudad se ve colapsada, pero no por turistas, sino por empresarios, ejecutivos y entusiastas de la tecnología móvil de todo el mundo. Es una moderna Torre de Babel, pero llena de nerds y geeks, en una desesperada búsqueda de la más alta tecnología, como si de esto dependiera su vida, y en cierta forma así es, pero no solo la de ellos, sino la de todo el planeta.
Según SAFR, firma de reconocimiento facial que echó a andar su tecnología en el evento, la mayoría de los asistentes al #WMC2019 son hombres de más 40 años. Llama la atención que solo el 18 por ciento son mujeres, sigue siendo un mundo de hombres.
Este 2019 la discusión giró alrededor de 5G e Inteligencia Artificial (IA). Ya saben, esto de la tecnología es como el sentido del humor, todos creen tener el mejor, aunque algunos, muy escondido; lo mismo pasa con la red 5G y la IA, la realidad es que falta tiempo para que comencemos a sentir su impacto en nuestro día a día.
Me llamó la atención la presentación magistral de Guo Ping, el CEO (rotativo) de Huawei, sobre cómo la firma es (hasta el momento) la única que puede desplegar la tecnología a gran escala. En su presentación declaró: "Huawei no plantó ni plantará puertas traseras. Y nunca permitiremos que alguien lo haga en nuestros equipos", en respuesta a los recientes señalamientos por parte de Trump. Varias veces hemos hablado en este espacio que la guerra tecnológica la darán no sólo los gobiernos sino también las empresas, uno es todo y todos es uno.
En este viaje se comprobó la hipótesis que formulé hace cinco años cuando me metí de lleno en la IA, al asegurar que esta no es solo una tecnología más; es una capa más profunda que cubrirá a todas las otras tecnologías de software y es tan importante que está afectando incluso cómo se está diseñando el hardware. Ejemplo de esto son los múltiples chips presentados en el congreso, algunos habilitados para que la IA tenga un mejor desempeño en móviles.
Más allá del espectáculo que cada año dan los fabricantes alrededor de productos de consumo, como fueron los teléfonos plegables de Samsung y Huawei, veamos si esta tendencia nos permite lograr el Santo Grial de los dispositivos personales: tener uno solo para todos los usos.
Mi principal conclusión del evento es que el camino que estamos siguiendo gracias al 5G y la IA es el de optimizar al máximo toda la infraestructura y los recursos que se despliegan cada vez que mandamos un correo, subimos una foto a redes sociales o compramos un producto usando comercio electrónico. Eso sí que va a cambiar el mundo.