Javier Murillo

La IA nos volverá superhumanos

La IA pasó de ser una herramienta moderna, para convertirse en la tecnología que nos puede dar superpoderes.

En mis conferencias y reuniones de consejo con empresas, una de mis principales sentencias es que la Inteligencia Artificial no debe limitarnos ni reemplazarnos, sino habilitarnos, darnos más poder como individuos.

Ejemplo de esto es el software de corrección de la escritura Grammarly, considerado Inteligencia Artificial Aumentativa. Usa algoritmos muy sofisticados para corregir y dar recomendaciones gramaticales. En lugar de reemplazar por completo la tarea de un humano, lo ayuda a mejorar su desempeño. A veces, al escribir esta columna siento que necesito Grammarly.

Otro ejemplo es la capacidad de transcribir audio en tiempo real, esta capacidad de procesamiento del lenguaje natural (PNL) ha convertido lo que hoy es una acción tediosa en una síncrona y automática. En este caso la IA Aumentativa se utiliza para realizar tareas que fueron en su momento de alto costo y con muy bajo valor agregado, como transcribir un video.

La IA pasó de ser una herramienta moderna para convertirse en la tecnología que nos puede dar superpoderes.

Los humanos somos criaturas sociales, y cuando estamos solos tendemos a antropomorfizar los objetos inanimados que nos rodean para tener a alguien con quien hablar. ¿Se acuerda de Tom Hanks y su balón en 'Naufrago'? Y qué de la película 'H.E.R.', donde Joaquin Phoenix se enamoró de una voz tipo Siri que vivía en su dispositivo, interpretada por Scarlett Johansson.

No hay duda de que la IA está reescribiendo las reglas, adaptándose casi automáticamente a nuestras necesidades para bien o para mal y con tendencias tecnológicas como la Inteligencia Artificial Aumentativa podemos anticipar una simbiosis entre hombre y tecnología inteligente.

Los filtros de noticias gravitarán hacia un estado en el que predominen ciertos temas dependiendo de los hábitos personales. No se puede descartar que dichos filtros crearán un sesgo en la información que se transmite. Pero ya sucede hoy con Facebook, al elegir ver solo contenido que publican nuestros amigos o las páginas a las que seguimos, estamos limitando la riqueza de la información que consumimos.

Lo cierto es que los avances que predominan hasta ahora y que seguramente lo tienen a usted leyendo esta columna en su móvil son los mismos que muy probablemente lo hagan a usted más poderoso en el futuro, si es que lo puede pagar. Entonces ¿qué pasará con aquellos que no puedan pagar esos nuevos superpoderes?

No nos conviene polarizar más las diferencias, la idea es que la tecnología pueda democratizarse para que nos abra un mundo de oportunidades a todos y no solo a unos cuantos.

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