Javier Murillo

Aprendizaje de máquinas: El cambio educativo

Es conveniente no perder de vista el impacto que podría tener la implementación del aprendizaje automatizado (machine learning).

Aprender a aprender en los nuevos entornos tecnológicos y científicos es el reto para estudiantes, docentes, así como para los responsables del diseño e implementación de políticas públicas en materia educativa.

Tras un año en clases a distancia, en las últimas semanas, el debate en México se centra en el retorno a las presenciales. En este contexto, no se pueden ignorar los estudios que advierten sobre el rezago que enfrentan muchos estudiantes que no tuvieron acceso a las herramientas ni tecnologías, ni digitales.

Ante este panorama, es conveniente no perder de vista el impacto que podría tener la implementación del aprendizaje automatizado (machine learning). Se trata de un modelo que se deriva de la Inteligencia Artificial (IA) y cuya característica principal es la creación de algoritmos que logran, a su vez, aprender e imitar el razonamiento humano para predecir conductas.

Y es que a pesar de que por momentos parece que prevalecen las técnicas educativas de antaño, la realidad es que la educación está en transformación. El aprendizaje automatizado ha hecho posible el desarrollo de tutores o sistemas educativos inteligentes con adaptabilidad personalizada.

Por ejemplo, gracias a la IA se realiza una representación matemática que proyecta el grado de aprendizaje o afectividad en un momento específico. Así, el estado cognitivo y afectivo de cada estudiante puede observarse y anticiparse, y al comprender el rol de las emociones negativas, se puede intervenir para transformarlas en positivas. Se trata de un proceso que atiende necesidades individuales y con el cual se prevé tener resultados óptimos para evitar el rezago e impulsar talentos.

En la actualidad, hay varias iniciativas que promueven el uso de la IA en el sector educativo, como la que mantiene Huawei con C-Minds a través del trabajo colaborativo con la Universidad Iberoamericana, cuyo objetivo es resolver desafíos industriales, sociales y ambientales, al tiempo que fortalece proyectos de investigación.

Este laboratorio de IA cuenta con tecnologías de Huawei, como lo es el Atlas 800, un sistema de aprendizaje profundo que facilita la generación, capacitación e interferencia de modelos.

Pero no es la única iniciativa, también está Project Debater, una máquina desarrollada por IBM que es capaz de estudiar asuntos controvertidos, como la legalización de las drogas, e incluso, el futuro de la democracia. Con la información construye argumentos válidos para plantear un discurso articulado y defender una postura -a favor o en contra- a fin de convencer a otras personas.

Su éxito es tal que IBM ya vende su proyecto para “tomar mejores decisiones” en el ámbito empresarial, legal y médico.

Quienes se encuentran en el desarrollo de estas tecnologías consideran que representan un salto gigantesco en el sector. La IA en la educación -y en los procesos en donde solo los humanos son protagonistas- estimula no solo una renovación en el sistema de aprendizaje que podría atender los desafíos ante el rezago, sino que también impacta en aquellos sectores donde los nuevos profesionistas ya se desarrollan. Todo esto significa una innovación en el futuro de las políticas públicas del país.

Fundador y Presidente del Consejo de Metrics


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