Jaime Sanchez Susarrey

Mañaneras y 'pedagogía'

Las mañaneras son la otra cara de las consultas a modo; ambas acompañan las acciones del presidente que está pavimentando el camino al Congreso Constituyente.

1. AMLO y la "pedagogía política": Me llevó años que la gente internalizara que el PRI y el PAN son lo mismo.

2. En la campaña insistió en esa identidad y en la corrupción, como el cáncer que corroe a México.

3. No se salió del guion en los debates. Remachó una y otra vez lo mismo. La corrupción permitirá ahorrar 500 mil millones de pesos y se podrá así financiar un amplio programa social y de inversión.

4. El contenido de la estrategia y el desempeño a muchos les pareció pobre. Pero el éxito se reflejó en las cifras, ganó con cincuenta y tres por ciento.

5. Inmediatamente después de la victoria, coqueteó con la moderación y el gobierno para todos, que incluyó mensajes ambiguos sobre el NAIM y la reforma energética. Pero conforme se acercaba la toma de posesión y después de asumir el poder, la 4T arrancó a todo vapor.

6. Las mañaneras se inscriben en esa estrategia "pedagógica". AMLO persiste en polarizar. Los conservadores-neoliberales (oxímoron) siguen siendo el enemigo, ya no a vencer, sino a aniquilar.

7. Para él, la historia nacional es una lucha permanente entre liberales y conservadores. Pero, a final de cuentas, la rueda del tiempo siempre ha girado en sentido favorable, como lo confirmarían las tres grandes transformaciones: Independencia, Reforma y Revolución.

8. La 4T es la última etapa de esa dinámica. Por eso la insistencia en un cambio de régimen. Las instituciones neoliberales serán echadas al basurero de la historia, como bien lo había advertido: ¡al diablo con sus instituciones!

9. A lo largo de los 36 años que los neoliberales estuvieron en el poder, pusieron al Estado al servicio de una minoría, y sembraron un sistema de organismos autónomos para impulsar su agenda.

10. Así que, desde su perspectiva, los organismos autónomos son trincheras de los conservadores para impedir que el pueblo ejerza la soberanía. Es particularmente claro en el caso de la Comisión Reguladora de Energía, pero el Banco de México, que es el organismo autónomo insignia –imposible soslayar que fue creado por Salinas–, también está en la mira.

11. Con un ligero matiz. Para enfrentar el campo minado que dejó la mafia en el poder hay dos opciones: a) suprimir los organismos autónomos; b) desactivarlos mediante nuevos nombramientos que neutralicen a los consejeros o comisionados amafiados.

12. Es por todo lo anterior que la denuncia de la corrupción sigue estando en el centro del discurso, pero ahora con la enorme fuerza del presidente de la República, desde Palacio Nacional.

13. De ahí la irrelevancia de si las denuncias mañaneras están mal documentadas o, peor aún, carecen de sustento alguno. Lo relevante es que dichos mensajes lleguen a la población y la permeen, como ya ocurrió con el PRIAN.

14. El cénit del poder de las mañaneras se alcanzó en la guerra contra el huachicol. El mensaje no sólo pasó sin ser cuestionado, sino que provocó un verdadero sentimiento de participación y adhesión al nuevo gobierno. Muchos de quienes hacían filas en las gasolineras sentían que su estoicismo era una forma de combatir a los delincuentes.

15. Lo anterior se dice fácil, pero fue y es un artilugio extraordinario. Así se explica que la popularidad del presidente haya pasado de 53 por ciento a 80-86 por ciento, dependiendo de la casa encuestadora.

16. Han aparecido, por allí, algunas columnas que aconsejan a AMLO modificar o terminar con las mañaneras, porque los temas y los dichos se salen de control y terminarán por desgastarlo.

17. Más allá de los buenos oficios de estas buenas personas, no hay ninguna razón para que AMLO decida terminar con su sesión diaria de "pedagogía", donde condena, señala, agradece o desbarra, pero tiene la oportunidad de machacar su mensaje directamente a millones de televidentes y radioescuchas.

18. Hay, por lo demás, un elemento lúdico-funcional que disfruta manifiestamente. Las mañanas mexicas arrancan con sus dichos y sentencias al pueblo raso y llano. Por eso él y sólo él es el actor central. No hay intermediarios. Ni un solo vocero. La aparición de los secretarios es meramente "técnica", de forma tal que no eclipsan ni por asomo al presidente de la República. Un pueblo, un líder.

19. Las mañaneras, pues, son la otra cara de las consultas a modo. Ambas acompañan las acciones del presidente que está demoliendo el "viejo orden" y pavimentando el camino al Congreso Constituyente. Ya no hay margen para el beneficio de la duda. Todas las cartas están sobre la mesa.

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