Jaime Sanchez Susarrey

5 meses y 100 días

El impulso y la enorme fuerza de AMLO son manifiestos. Y aún quedan por delante cinco años, nueve meses y los programas sociales-clientelares que entrarán en operación.

1. AMLO presentó ayer su balance de los primeros 100 días. En realidad son 100 días y cinco meses, porque Peña desapareció de la escena y el presidente electo ocupó todo el espacio público desde el 1 de julio del año pasado.

2. La anterior afirmación no es una metáfora, basta señalar que las decisiones de hacer una consulta, realizarla y dar por terminado el proyecto del NAIM ocurrieron antes de la toma de posesión del presidente electo.

3. Lo que sí es cierto es que el discurso de la victoria fue conciliador, y AMLO planteó que gobernaría para todos. Y en la misma frecuencia ofreció moderación y prudencia en política económica.

4. A la distancia, se puede constatar que no fue una declaración de principios, sino una estrategia deliberada. La moderación tuvo el objetivo de tranquilizar los mercados y aplacar los demonios del radicalismo. Pero una vez que los morenistas se instalaron en el Congreso y se acercó el 1 de diciembre, AMLO abandonó el tono conciliatorio.

5. La 4T arrancó a todo vapor. No había ninguna razón para que fuera de otro modo. La mayoría morenista en las cámaras de Diputados y Senadores era la condición necesaria para que el presidente decidiera ir por todo inmediatamente.

6. A López Obrador no le preocupa, en lo más mínimo, la capacidad técnica de los integrantes de su gabinete ni cree en el trabajo coordinado. Las decisiones centrales las toma él y sólo él, sin consultar ni evaluar las consecuencias. La lista es patente: NAIM, Santa Lucía, Dos Bocas, tren maya, guerra contra el huachicoleo, desarrollo inmobiliario a cargo de la Sedena, así como el siempre no.

7. Ese estilo personal tiene otro ingrediente. El presidente señala, descalifica, condena y acusa a discreción. El ejemplo más conspicuo fue el director de la CRE, García Alcocer. AMLO lo señaló e inmediatamente la Función Pública y Hacienda lo pusieron en la mira. Para que, finalmente, en un acto magnánimo, el presidente le dijera que no quería su renuncia y le perdonara la vida.

8. Esta visión del poder tiene profundas raíces. AMLO siempre ha admirado el pasaje de la historia referido a los burgueses de Calais, que, derrotados y humillados, en el siglo XVI, pidieron humildemente clemencia y, en un acto magnánimo, su majestad, Eduardo III de Inglaterra, los perdonó.

9. Pero el balance de estos cinco meses y 100 días también se aplica al entorno en que se mueve AMLO. Arturo Zaldívar, presidente de la SCJN, se involucró en la renuncia de la presidenta del TEPJF, que no contaba con el beneplácito de AMLO. Y ahora la Corte le ha entregado un reconocimiento a Yasmín Esquivel, esposa de Riobóo, que es candidata y, todo indica, futura ministra.

10. Los medios de comunicación, con notables excepciones, se han replegado. Los empresarios no levantan la voz, y algunos de los más prominentes se aprestan a participar en la construcción del elefante blanco del sexenio, el tren maya.

11. Los gobernadores se han doblegado, salvo uno o dos casos. El federalismo en México es y siempre ha sido de pacotilla. No puede haber independencia si el 80 por ciento de los recursos provienen de la SHCP.

12. Así que los contrapesos al poder, trátese de organismos autónomos o de la SCJN, están resultando entidades frágiles. Tan frágiles que en cinco meses y 100 días han sido zarandeados o arrollados.

13. Y de los partidos políticos de oposición mejor ni hablar. Están completamente desprestigiados, en bancarrota (PRI) o en una severa crisis (PAN).

14. El principal contrapeso real, que queda en pie, son los mercados y las calificadoras que no se arredran ni se callan, con los consecuentes efectos. La 4T está revelando que el entramado institucional que se levantó en los sexenios previos al 2000 y durante la alternancia, es un castillo de naipes. Si bien el Banco de México es el que mejor ha librado la ofensiva.

15. Y, por si faltara algo, la joya de la corona: una ciudadanía justamente indignada pero crédula, que todo festeja y soporta. El desabasto de gasolina catapultó la popularidad de AMLO al 85 por ciento, a pesar de que no hay evidencia alguna que se esté eliminando el huachicoleo.

16. ¿Cómo y cuándo va a terminar esto? No hay respuesta. Pero el impulso y la enorme fuerza de AMLO son manifiestos. Y aún quedan por delante cinco años, nueve meses y los programas sociales-clientelares que entrarán en operación. Hagan sus pronósticos .

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