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Perspectiva de una institución financiera

La única forma de dar viabilidad a las empresas que cuentan con un crédito es ayudar a diferir los pagos para dar oxígeno y flujo de efectivo vital para que las empresas puedan sobrevivir.

Por Gabriel Bello Hernández, Miembro de los Comités Técnicos Nacionales de Tesorería y Dirección Estratégica del IMEF.

Cuando se presenta una situación de crisis inédita como lo es esta pandemia, donde se conjunta un colapso de oferta y demanda al mismo tiempo, es muy difícil que las pruebas de estrés hayan definido y corrido un supuesto como el que actualmente tenemos.

Por lo anterior, la única forma de dar viabilidad a las empresas que cuentan con un crédito es ayudar a diferir los pagos para dar oxígeno y flujo de efectivo vital para que las empresas puedan sobrevivir.

El tema de las reestructuras empieza justo en este punto, en reconocer que es un tema vital para los acreditados que lo requieran, no es un tema opcional, es de vida o muerte; por esa razón y dado que es un tema inevitable hay que hacerlo lo mejor posible, ya que de ello dependerá también la supervivencia de la institución financiera.

Con base en lo expresado y en las experiencias vividas, procedo a comentar lo que en mi opinión son los principales puntos a considerar en una reestructura:

1. Contar con información analítica de los sectores más afectados en la crisis: Implica segmentar la cartera por afectación como primer paso para tomar decisiones. Si la crisis incrementa el tipo de cambio habrá que preguntarse ¿qué segmentos de nuestra cartera se afectan negativamente y en qué medida? y si afecta los niveles de venta, preguntar ¿cómo se impactan los precios de materias primas? y ¿los precios de energías? Por lo anterior, cobra importancia que el análisis de crédito y riesgos esté bien soportado ya que nos permitirá hacer el análisis del sector.

2. Una vez identificados los sectores afectados habrá que analizar cliente por cliente para identificar los más afectados y establecer comunicación para revisar su afectación, con esa base presentar un escenario de reestructura.

3. Reconocer que la reestructura de esta crisis es diferente a cualquier otra, ya que no hay demanda, por lo tanto, no hay ingresos, es un colapso total, no parcial.

4. Si se quiere resolver el problema hay que diferir el pago de capital y de intereses durante el periodo de tiempo necesario, es aquí donde se tiene que "bordar fino" para entender las necesidades del cliente y nuestro análisis para que, con base en cálculos de flujo razonables, se revise el periodo real de afectación, el análisis financiero es un factor básico en este proceso.

Una vez concluido el punto anterior, es importante que un equipo multidisciplinario revise los casos y apruebe en un comité de crisis que al menos esté integrado por las áreas de promoción o ventas, crédito o riesgos, operaciones, finanzas y, o, contabilidad, y legal, esto permitirá un enfoque global desde diferentes perspectivas.

6. Implementación. Tener mucho cuidado en esta actividad, ya que habrá que modificar tablas de amortización, pagos, flujos, avisos, en fin, ajustar el sistema, lo que implica que cualquier error tendría afectaciones en los ingresos y resultados de la institución financiera.

7. Agilidad. La respuesta oportuna al cliente le permitirá enfocarse en darle continuidad al negocio y a la institución financiera, quitarse presiones de costos de cartera vencida o quebrantos.

A la larga, si la reestructura estuvo efectuada bajo bases éticas y justicia de negocios será apreciada por el cliente y seguramente redundará en crecimiento para ambas partes en tiempos mejores.

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