Opinión Imef

La nueva prioridad económica

El Gobierno Federal insiste en proveer apoyos a pequeñas empresas, lo cual considero más como una estrategia política para ganar votos que como una verdadera solución al problema que enfrentamos como país.

Por Luis Arrieta, Presidente del Comité Técnico Nacional de Tesorería del IMEF. luis.arrieta@grupovalue.mx, Twitter: @JlarrietaLuis

El pasado mes de septiembre compartí la visión respecto a los principales retos que se debían sortear para facilitar un mejor escenario de crecimiento de la economía mexicana en 2021. Como temas coyunturales mencioné los siguientes retos:

  • Asignación del presupuesto Federal
  • Política monetaria del Banco de México y su autonomía
  • Situación del sistema financiero y apoyo al gremio empresarial

Es franco mencionar que, para ese entonces, se daba por hecho que el Gobierno Federal ejecutaría con precisión, ética y responsabilidad una adecuada campaña de vacunación para erradicar el efecto pandémico; sin embargo y desafortunadamente hoy en día hay que sumar y anteponer ante cualquier reto, un plan de acción prioritario para la aplicación de la tan esperada y necesaria vacuna.

Sin la ejecución de la puesta en marcha de un plan efectivo de vacunación para el 100% de la población de poco servirá el control de los factores macroeconómicos, políticas monetaria y fiscal enfocadas a reactivar la economía y estabilidad financiera en las familias.

En función de lo anterior y asumiendo un control pandémico adecuado, es que los economistas del sistema financiero pronostican un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) cerca del 4% en promedio para el año 2021 pero no tenemos que olvidar que venimos del año 2020 que registró una pérdida anual del PIB de 8.3%.

El financiamiento se percibe complicado

En referencia al tema del crédito, vale la pena mencionar que el crédito a las empresas tuvo una tendencia a la baja en el segundo semestre del año 2020 y solamente el crédito hipotecario mantuvo un crecimiento, aunque marginal y cercano al 5% en ese mismo periodo, mientras que el crédito empresarial y el crédito al consumo tuvieron la mayor afectación al haber caído en aproximadamente 8% en términos reales de crecimiento promedio anual.

Recordemos que el crédito al consumo y al sector empresarial hoy en día representan el 80% conjuntamente del total de la cartera de los bancos y lo cual lo hace relevante ya que cualquier deterioro en la cartera de crédito afectara directamente a la capacidad de la institución para poder prestar dinero.

Al cierre del año anterior ya se comienzan a mostrar los estragos de la caída de la economía que como consecuencia ha repercutido negativamente en la cartera de créditos ya que ha mostrado un incremento de poco más del 5% de cartera vencida de la banca comercial.

El IMEF se ha pronunciado a favor de la permanencia de órganos autónomos como lo es el caso del Banco de México, y ha manifestado su preocupación por crear incentivos que hagan despegar nuestra economía y en ese sentido cabe la posibilidad de observar un mayor decrecimiento en la tasa de referencia de 25 puntos base en los próximos meses. Cabe mencionar que esta postura era descartada para el mes de septiembre del 2020 y justificada con base en el déficit fiscal que se tenía en ese momento. En realidad, el poco margen de maniobra sigue persistiendo, pero es aún más grave el ver que la economía sigue sin despegar y por el contrario se sigue deteriorando.

Con base en los datos anteriormente proporcionados, en el Comité de Tesorería del IMEF visualizamos un entorno complejo y de difícil acceso, en el cual prevalecerán condiciones mucho menos laxas que las que veíamos hasta hace un año como lo son las garantías reales, avales, comisiones, costos de rompimiento etc.

Por su parte, el Gobierno Federal insiste en proveer apoyos a pequeñas empresas, lo cual considero más como una estrategia política para ganar votos que como una verdadera solución al problema que enfrentamos como país. El mal manejo de la pandemia ha dejado miles de negocios sepultados y los que aún subsisten son conscientes de que este tipo de apoyos solamente les ayuda para la subsistencia de un par de semanas para solventar los gastos de nómina y renta; por esta razón encuentro nulo el impacto que esta estrategia logra en temas de generación de riqueza y bienestar; ni siquiera como recaudación de impuestos ya que mucho de este dinero no va dirigido a empresas que paguen impuestos.

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