Hiram Almeida

El honor de brindar seguridad

   

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En el transcurso de la semana, fuimos testigos de dos historias de elementos de la policía: el primero de ellos fue Felipe Jiménez Mendoza, quien perdió la vida al inhibir el atraco a una tienda a la que él custodiaba como parte de sus consignas. Al lograr inhibir el delito, los delincuentes le dispararon, privándolo de la vida, a un policía, a un padre y un esposo ejemplar, que en su vocación de servicio encontró el final de sus días a manos del único enemigo de la sociedad, la delincuencia. Su memoria y ejemplo son baluartes de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México.

Otro caso es el de Jonatán Ramírez Armas, policía primero, quien pasó meses en prisión por defender los intereses de la sociedad, al dispararle a un vehículo en fuga que pretendía arrollarle a él y a su compañero. La determinación de quienes integraron el caso llevaron al absurdo de mantenerlo en prisión preventiva, misma que, tras una larga batalla legal en la cual el jurídico de la Secretaría de Seguridad Pública y la familia apoyaron incansablemente, se obtuvo el pasado jueves 14 de diciembre la libertad de Jonatán, con quien platiqué y orgullosamente menciona que continuará siendo policía, como lo fue su padre.

Estos dos ejemplos de personas, servidores públicos, que en su misión han encontrado las más trágicas consecuencias, pero son claros ejemplos de honor en la vocación de servicio, aun a costa de la vida misma o de los entreveros jurídicos que le privaron de su libertad.

Así como ellos, la institución cuenta con grandes elementos policíacos que generan importantes resultados; ejemplo de ellos es que durante sólo esta semana hemos logrado la detención de 7,294 personas, de las cuales 838 fueron remitidas ante el Ministerio Público y 6,456 ante el Juez Cívico; asimismo se detuvieron a 18 personas por narcomenudeo; se realizaron 17 Megaoperativos, con la participación de 6,202 elementos policíacos, logrando con ello 72 detenidos ante el Ministerio Público y 162 ante el Juez Cívico.

Cabe resaltar que durante 2012, se cometieron 45,877 delitos. Si lo comparamos con el mismo periodo en 2017, observamos que se registraron 17,307 delitos menos, lo que significa una disminución de 37.7% de la incidencia delictiva en delitos de alto impacto. Por ejemplo, si contrastamos 2012 contra 2017, vemos que se ha reducido en 40.2% el delito de robo de vehículo, teniendo el índice histórico más bajo en 30 años; el robo a transeúnte ha disminuido en 45.5%; el robo a repartidor tuvo un decremento en 52.6%; el robo a negocio disminuyó en 41.2%, y el robo a bordo de microbús bajo en 46.5%.

No obstante lo anterior, existen grandes retos, como reducir la violencia, el flujo de armas de fuego, entre otros, pero, sobre todo, reconocer el quehacer de la función policial y la esencia de los problemas de seguridad pública, que se requieren trabajar con modelos preventivos en la sociedad; se necesita más apoyo, incluido el económico. Por ejemplo, el presupuesto federal asignado para el rubro de la seguridad ha disminuido considerablemente, olvidando que éste es uno de los retos y demandas sociales de mayor importancia.

Ante el trabajo y los resultados presentados, es lastimoso escuchar algunos testimonios de políticos, quienes son aspirantes a candidatos para presidir el Gobierno de la Ciudad de México, como lo es la exdelegada de Tlalpan, que hoy denosta un programa como son las Estaciones de Policía, mismas que ella, durante su gestión, solicitaba ampliar; por otra parte, quien fuera director del IMSS refiere que como fórmula de seguridad buscará más rápida atención por parte de la policía en hechos delictivos, como si no fuese suficiente los dos minutos que en promedio se dan para la atención de llamadas por la cercanía que presentan las Estaciones de Policía en las calles y colonias de la ciudad, pero, además, olvidando que, durante su gestión, los tiempos de atención en algunos hospitales de la institución, antes a su cargo, se programaban hasta en meses las atenciones médicas y procesos quirúrgicos de la ciudadanía.

Hoy la sociedad tendrá un cúmulo de información, es por ello que la seguridad debe ser un baluarte de la vida social, de su correcto desenvolvimiento, y no debe estar sujeta a politiquerías u ofertas cargadas de oportunismo e incapaces de resolver la constante lucha contra el único enemigo en común entre sociedad y gobierno, que es la delincuencia.

A Felipe lo despedimos con salvas de honor, marcha de silencio y una marcha ceremonial para reconocer su heroicidad; a Jonatán lo rescatamos de una injusta prisión y pronto recibirá un ascenso en jerarquía, pues como víctima de la situación y la incomprensión merece el apoyo institucional.

Éstas son sólo dos historias de las muchas que se tienen que contar, de sacrificio, valor, honor y valentía de los elementos de la policía de la Ciudad de México, que el próximo 22 de diciembre los conmemoramos por ser el Día del Policía. Felicidades a todos ellos, mujeres y hombres, madres, padres, esposos, hijos y amigos de su entorno y héroes en las calles; de su día a día, para tener éxito en su labor siempre por el bien de nuestra sociedad, porque sabemos que la policía trabaja siempre en defensa de la sociedad.

* Secretario de Seguridad Pública de la CDMX.

Twitter: @hiramalmeidae

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