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Las alcaldías del sur, el nuevo reto en la CDMX

La CDMX entra al semáforo naranja siendo la entidad en el tercer lugar nacional de incidencia activa, por debajo de Tabasco y Yucatán.

El pasado 26 de junio, la jefa de Gobierno dio la primicia de que la Ciudad de México entraba a semáforo naranja y con ello, marcaba el inicio de la reactivación económica y social en la capital de país a partir del 29 de junio en la entidad donde se reportó el primer caso por COVID-19 en el país.

La CDMX entra al semáforo naranja siendo la entidad en el tercer lugar nacional de incidencia activa, por debajo de Tabasco y Yucatán. El semáforo de monitoreo nacional, ideado por la Secretaría de Salud federal, se construye a partir de cuatro indicadores en los que la capital del país parece haber logrado llegar a los niveles apropiados. Estos indicadores son: ocupación hospitalaria; tendencia de casos hospitalizados; tendencia de casos activos, y positividad –este último, apenas en el límite mínimo aceptable–.

Más allá de estos relevantes indicadores, ¿cómo entra la ciudad a esta primera etapa de reactivación?, ¿cómo ha cambiado la pandemia en las últimas semanas a lo largo del territorio? En EPLOC realizamos un primer análisis de la incidencia de COVID-19 en las 16 alcaldías de la Ciudad en mayo pasado, mismo que actualizamos al 26 de junio con el objetivo de encontrar los principales cambios en el comportamiento de la pandemia y que puede consultarse completo en la liga https://bit.ly/2ZilUTO.

Entre los resultados más relevantes detectamos que, con base en los datos presentados por la propia Secretaría de Salud federal, la mayor tasa de incidencia activa se encuentra actualmente en las siguientes alcaldías: Milpa Alta, Xochimilco, Azcapotzalco y Tláhuac. Llama la atención que 3 de estas demarcaciones conforman buena parte del sur de la ciudad, por lo que podemos afirmar que es en dicha zona donde se concentra actualmente la pandemia, por lo que merecerá especial atención en materia de medidas de contención y mitigación de la enfermedad. Este hallazgo demuestra la movilidad de la pandemia, ya que apenas hace poco más de un mes, el oriente de la ciudad representaba el foco principal de los contagios por COVID-19.

Por otro lado, observamos que, si bien Iztapalapa, siendo la alcaldía más poblada de la ciudad, continúa a la cabeza en el mayor número de casos positivos y defunciones acumuladas, se empieza a observar un descenso en el número de casos activos de un mes atrás a la fecha, por lo que la incidencia activa ha bajado de manera importante. Las razones de este descenso pueden ser múltiples y no necesariamente indican que la epidemia se haya debilitado en esa zona, sino que podría deberse a que la rapidez del contagio se ha estabilizado, que ha habido cambios en la aplicación de pruebas a la población local, entre otras posibles explicaciones epidemiológicas o de registro.

En el documento Radiografías de la Ciudad de México, notamos también que algunas tendencias se han mantenido estables. Una es que el mayor número de defunciones acumuladas se siguen concentrando en cuatro alcaldías: Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Álvaro Obregón y Cuauhtémoc, mientras que Cuajimalpa y Magdalena Contreras son las demarcaciones con menor número de casos positivos acumulados.

Las siguientes semanas serán cruciales en la capital del país. Con más personas retomando sus actividades y los altos niveles de contagio que aun prevalecen, se vuelve prioritario que, adicionalmente a las acciones que lleva el gobierno de Claudia Sheinbaum, las alcaldesas y alcaldes tomen medidas para disminuirlos, en especial en aquellas demarcaciones donde la epidemia activa es mayor o que existe colindancia con Estado de México o Morelos, en semáforo rojo y naranja, respectivamente. Por lo pronto, los alcaldes del sur de la CDMX tienen un gran reto por delante.

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