Ciudad Abierta

La academia y la oferta de trabajo en el turismo

La industria turística nacional está en condiciones de introducir en su planta laboral a los egresados de las escuelas, pero hace falta mayor inversión privada para que esto se dé sin contratiempos.

Para nadie es un secreto que una de las principales aportaciones que hace la industria del turismo a la economía nacional es la cantidad de empleos formales que genera: 4.2 millones de plazas, más otros seis millones de trabajos indirectos, de acuerdo con datos oficiales.

Sin embargo, al vincular la cantidad de jóvenes mexicanos que se encuentran estudiando alguna carrera relacionada con el sector, queda claro que el reto es grande, ya que la matrícula actual asciende a 120 mil estudiantes, que algún día saldrán de la escuela para buscar un empleo bien remunerado.

Para calcular la capacidad de absorción de esta oferta constante de mano de obra, podemos ver que en el primer cuatrimestre del presente año, basado en datos del Banco de México, el gobierno federal tiene identificadas inversiones turísticas por cinco mil 200 millones de dólares, lo que ha generado 24 mil cien nuevos puestos de trabajo.

Aunque el siguiente dato varía dependiendo del nivel del hotel, en promedio se calcula que por cada cuarto que tiene un hotel, se contrata de dos a tres empleados. También en el periodo que va de enero a abril de 2019, estaban en construcción nueve mil 767 habitaciones hoteleras, y las autoridades federales calculan que para finales de año cerraremos con veinte mil nuevos cuartos, para alcanzar un inventario de poco más de 833 mil llaves, repartidas entre 22 mil 230 hoteles. Por cierto, estas cantidades tienen ubicado a México como la séptima potencia a nivel mundial en cuanto a infraestructura hotelera.

Todos estos datos nos acercan a ver que la industria turística nacional sí está en condiciones de introducir en su planta laboral a los egresados de las escuelas, pero sin soslayar que también queda claro que hará falta mayor inversión privada para que esto se dé sin contratiempos.

Al anunciar ayer en Puebla que el próximo año se efectuará en esa ciudad el congreso anual de la Confederación Panamericana de Escuelas de Hotelería, Gastronomía y Turismo, se hizo evidente que, con 120 mil alumnos, el mundo del turismo es un gran imán para muchos estudiantes, pero más interesante resulta ver la segmentación de lo que prefieren.

Por ejemplo, para empezar el 60 por ciento del estudiantado son mujeres y la demanda que todos ellos han creado, ha propiciado la aparición de instituciones educativas que se esfuerzan desde hace años por satisfacer con calidad lo que los alumnos requieren.

De manera que en nuestro país existen mil 224 programas educativos de turismo y gastronomía a nivel superior, con 142 nombres distintos de títulos de programas de formación turística.

Por eso no es de extrañar que esta Confederación, que en 2020 cumplirá treinta años de existir, abarque a América Latina y España, y cuente con más de 125 instituciones de educación superior afiliadas.

También llama la atención que el 79 por ciento de estas escuelas sean privadas.

De acuerdo con datos de esta agrupación, el 38 por ciento de los alumnos egresan de los programas de Gestión Empresarial Turística; casi a la par están los que estudian Gastronomía, con 37 por ciento, carrera que desde hace tiempo parece estar de moda luego de ver que los antes casi ignorados chefs, hoy pueden convertirse en rockstars y ganar mucho dinero.

El 22 por ciento estudia Planificación y Desarrollo Turístico, y ya en mucha menor proporción, se encuentran las temáticas de Turismo Alternativo y Administración de Instituciones de Hospitalidad.

La presidenta de la Confederación Panamericana es una poblana, María del Carmen Morfín Herrera, quien dirige académicamente el Departamento de Turismo de la Universidad de las Américas Puebla, y ayer dio un dato que puso contentos a los turisteros de la localidad, especialmente a los hoteleros: su congreso anual de 2020 se hará en octubre y calculan que entre maestros, investigadores, conferencistas y estudiantes, asistirán alrededores de dos mil participantes. También se dio el dato de que el gasto promedio de cada uno de estos viajeros registra de 500 a los 600 dólares.

Así que este segmento académico mueve gente, convirtiéndose también en un mercado apetitoso en el renglón de las convenciones y los congresos. Y es que tan sólo en Puebla la Confederación cuenta con diez instituciones educativas afiliadas y, a nivel nacional, su Capítulo México se integra con casi treinta, pero se sabe que en el país hay muchas más.

Pero el reto está ahí: el mundo académico ha sabido manejar la demanda de los jóvenes que sueñan con una carrera turística; el mundo empresarial no lo ha hecho mal, pues ha tenido capacidad de emplear a miles de esos muchachos, pero la presión cada vez será mayor.

COLUMNAS ANTERIORES

Viajar de nuevo o… en busca del tiempo perdido
De cómo el Covid-19 ha cambiado el comportamiento de los viajeros, según la OMT

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.