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Buenas noticias para la industria farmacéutica

El 'cannabis' ha demostrado tener un potencial medicinal casi ilimitado y todos los días se buscan nuevas aplicaciones médicas.

El cannabis ha demostrado tener un potencial medicinal casi ilimitado. Diferentes estudios en prestigiosas universidades de todo el mundo han demostrado la efectividad terapéutica de uno o más cannabinoides, es decir las sustancias activas del cannabis, en el tratamiento de padecimientos como epilepsia, dolor neuropático y crónico, desordenes del sueño, ansiedad, artritis, los efectos adversos del tratamiento del cáncer, esclerosis múltiple, etcétera.

Todos los días se buscan nuevas aplicaciones médicas para el cannabis y sus derivados, tan sólo en Reino Unido se llevan a cabo más de 40 protocolos clínicos de investigación para medicamentos que contienen derivados o moléculas inspiradas en el cannabis. Firmas tan importantes del Big Pharma como los laboratorios Merck, Novartis, Roche, tienen decenas de solicitudes y patentes de investigaciones de productos derivados del cannabis. Tan sólo Merck tiene 46 patentes entre Estados Unidos y Canadá.

En México, la Conamer prepara el reglamento para investigación y desarrollo de medicamentos y otros productos relacionados con la salud que se publicará en los próximos meses, permitirá que científicos y farmacéuticos mexicanos poco a poco participen en este concierto mundial.

Ya existen medicamentos como Epidiolex para el tratamiento de convulsiones relacionadas con dos tipos poco comunes y severos de epilepsia, el síndrome de Lennox-Gastaut y el síndrome de Dravet, en pacientes de dos años de edad y mayores, que fue aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EU (FDA, por sus siglas en inglés) en 2018 o Sativex, usado en el tratamiento de esclerosis múltiple, aprobado por la FDA en el mismo año.

Hace unos días, la misma FDA publicó el primer documento con sugerencias para la investigación con cáñamo, cannabis con menos de 0.3 por ciento de THC, en territorio estadounidense, lo que llevará al desarrollo y aprobación de nuevos productos con sustancias activas derivadas del cannabis como el CBD, que está adquiriendo gran popularidad en sectores de población que tradicionalmente rechazaban los derivados del cannabis.

Los consumidores de cannabis también están cambiando poco a poco sus costumbres, por ejemplo en Canadá donde el cannabis es legal a nivel federal, 70 por ciento de las compras son de flores para fumar y solo 30 por ciento son de productos como tinturas, aceites esenciales, cremas u otros, pero la tendencia hacia los productos medicinales crece cada año, los expertos proyectan que el valor del mercado de cannabis medicinal llegará a 56 mil 500 millones de dólares para 2025.

Tan sólo en 2019, se calcula que el mercado mundial del cannabis en general creció 48 por ciento alcanzando 15 mil millones de dólares, pero fueron de hecho los estados y países que legalizaron el cannabis medicinal o el cáñamo, los que más crecieron gracias a los productos con CBD, hasta 54 por ciento con respecto a 2018 y con ganancias por 6 mil 200 millones de dólares.

La legalización del cannabis medicinal ya es una realidad en más de 60 países y para entender el potencial económico de los medicamentos basados en cannabis tal vez uno de los mejores ejemplos, y una de sus aplicaciones tradicionales más extendidas, es el control del dolor de diversos tipos. El dolor crónico es un problema de salud pública a nivel mundial, que afecta de 25 a 29 por ciento de la población, desde 2010 el tratamiento del dolor es un derecho humano.

En México, se calcula que 41.5 por ciento de los adultos de más de 50 años de edad reportó sufrir dolor, las mujeres lo padecen más que los hombres, 48.3 por ciento y 33.6 por ciento, respectivamente. Uno de cada cuatro mexicanos es mayor de 50 años. El porcentaje de personas con algún tipo de dolor aumenta conforme avanza la edad, seis de cada diez adultos mayores consume de manera habitual cuatro o más medicamentos, en promedio un mexicano gasta 3 mil 800 pesos al año.

En el país el dolor crónico es la principal causa de ausentismo laboral y discapacidad. Hasta 30 por ciento de las personas con dolor crónico también desarrolla depresión, 50 por ciento llega a presentar ansiedad y 30 por ciento insomnio o algún otro trastorno del sueño, para los cuáles el CBD también ayuda, con la ventaja de ser más segura que, por ejemplo, los opioides, ya que no tiene riesgo por sobredosis.

En Estados Unidos, 64 millones de personas han admitido haber probado CBD en los últimos 24 meses, 22 por ciento de las personas que consumen algún producto con cannabidiol admite haber sustituido con este algún medicamento de prescripción o analgésico.

La próxima publicación del reglamento de la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria es un paso adelante para que México participe en el mercado internacional de cannabis, pero aún urge que se legisle sobre todas las actividades alrededor de esta planta.

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